Tegucigalpa, Honduras
A medida que avanza la temporada veraniega también se agudiza la crisis por agua en la capital.
La escasez del vital líquido se ha convertido en una crisis insostenible para el Sanaa.
Las constantes sequías en verano, el desabastecimiento de los embalses y la disminución en la producción de agua en las plantas potabilizadoras conforman el panorama que se hizo evidente ayer en la celebración del Día Mundial del Agua. Mientras no se tomen las medidas para solventar esta alarmante situación, según el Frente Ciudadano por el Agua, será imposible abastecer la demanda de los 1.5 millones de capitalinos.
Para mostrar la cruda realidad que envuelve a la ciudad, las autoridades del ente autónomo hicieron un recorrido por el embalse Los Laureles, donde el suelo está reseco, árido, al grado que en ciertos puntos semeja más un desierto que una represa.
“El tema del agua no es una bandera del Gobierno o del partido político, es una bandera de ciudad y así la vamos a defender como ciudad”, manifestó Juan Diego Zelaya, vicealcalde capitalino. Por su parte, Danilo Alvarado, gerente del SANAA, recordó a los capitalinos que mantener las fuentes de agua es sinónimo de desarrollo, pues el líquido es uno de los motores principales de la industria.
“Si no hacemos uso adecuado del agua y del bosque no vamos a tener el vital líquido, sólo contaremos con lo que nos queda ahora: senderos secos de ríos y quebradas que sólo cobran vida con el invierno”, acotó Alvarado.