ESTIMADOS ESPÍRITUS, MUERTOS Y DIOSES NEGROS:
Sé que están un poco ocupados en su reino, el Além ( El mundo más allá del tiempo) y que asustar-castigar a los incrédulos es parte de su contenido de trabajo. Solo les pido que cambien un poco su estrategia de comunicación con el complejo ser humano y…
Nos enseñen a respetar nuestras tradiciones.
Nos den fuerza para soportar los daños colaterales del Covid 19.
Nos digan como conjugar los verbos tolerar y convivir.
No exijo que me escuchen. Soy un simple mortal que no tengo dinero para celebrar lujosas fiestas en su honor ni adornar sus templos con costosos regalos.
Les ofrendo mis poemas. Es mi modo de trasmitirle al mundo y a ustedes estimados ( Espíritus, muertos y dioses negros) que el artista cubano de todas las épocas, Rogelio Martínez Furé tuvo mucha razón cuando afirmo:
Esta lengua,
Otrora imperial y negrera,
la aprendieron mis abuelos
A latigazos, cepo y bocaabajo.
Hoy es mía, nuestra,
materna.
Como cabello, sangre y sudor.
Por eso…
lengua amada,
haré lo que desee contigo.
Nadie podrá impedirlo.
MOYUBBA
Soy el hombre-dios. Hasta que mis pasos no violaron la tierra, Hasta que mi sed no preñó los ríos, hasta que mis lágrimas no saciaron los siglos… vanos fueron los tiempos. Soy la mano que hace las palabras, el golpe que escribe los sonidos, la duda que produce los dioses. Soy el misterio y el amor. Y como nazco y muero, soy el dios de la vida y la muerte. Vengo del tiempo, hacia el tiempo voy.
*Saludo.
ELLEGWÁ
¿Qué muro puede frenar la furia de mi viento?
¿Quién osará detener mí sed de caminos?
Soy el polvo que corre las montañas,
la palabra que se aleja,
el grito perdido en la distancia.
Míos son todos los lugares,
Mías todas las casas,
cada hembra es mi mujer.
Brinco sobre una pata
Brinco, Brinco…
i
b c
r
n o.
*Orisha de las encrucijadas. Protector de todos los caminos.
OYÁ
Cuando te siembren como una semilla, yo estaré
a tu lado. Te enseñaré porque mis ojos están vacíos
y mi cabello se esfumó entre las rosas; por qué
mis huesos van al descubierto. Lo demás se aprende
pronto… No es difícil ser un buen muerto.
*Orisha de la muerte.
YEMAYÁ
El viento juega con mis siete sayas,
estrujo las espumas entre mis dedos de mar,
en mis pies juega el amor,
sobre mi cabeza la furia de la verdad
alerta las almas dormidas…
Nadie puede decir que me ha tenido,
nadie puede decir que me tendrá.
Orisha dueña del mar
BABALÚ AYÉ
Traigo ocho perros ladrando a la luna. Mis hijos son el Mediodía y el Desierto. Soy el recuerdo, la sombra temblorosa, la lágrima perdida en la mejilla enjuta. No encuentro a mi paso risas. Soy la mirada vacía…
¡Temedme!
Habito en cada uno de vosotros…
¡Soy el dolor!
Orisha mayor, considerado dueño de la lepra y las enfermedades.
¡Enséñame a abrir girasoles!
Vengo librando batallas.
Reposaré cansado
a la orilla de tu río.
Gusto ver tu falda
Mojada en agua dulce.
Sueño y siento…
Estas manos acostumbradas al fuego,
quieren saber de extrañas rosas,
voy hacia el monte pensando en ti.
¿Quién ha dicho que el guerrero no ama?
Abanico de plumas
forrado de estrellas.
¡Quiero ser tu amante!
No me hables de guerras;
báñame en tu miel,
déjame sentir el desafío
de tu pecho listo.
No estoy loco,
El amor enreda y desenreda.
¡Que rían violines y tambores!
Los ancestros vendrán
protegiendo tu risa,
miraré al cielo
y sabré diferenciarte de Venus.
Me siento anclado
entre espinas amarillas.
Guardo mi laurel.
Ven,
¡Enséñame a abrir girasoles!
Romance entre Oggún, Orisha de la Guerra en la mitología afrocubana con Oshún, Orisha de las calabazas y el amor.