El día había amanecido nublado, la lluvia apenas llegaría, eso es seguro, no había mucho trabajo desde el caso de la señora Ramírez, una pobre mujer que pensaba que su marido le era infiel mientras que el hombre se alejaba más de ella por tener una hija no reconocida, la culpa no fue de él, las pruebas indican que la noticia de ser padre le fue ocultada hasta hace aproximadamente cuatro años, cuatro años en donde su mujer reconocida por la ley, comenzó a sentir diferente su relación al punto de llevar al caos su mente.
La investigación se cerró, la cruda realidad es que Joaquín temía a que la señora Ramírez reaccionara mal ante el hecho de que es papá puesto que jamás se pudieron embarazar. La reacción de la mujer al saberlo fue un tanto curiosa, lamentaba el hecho como si a ella le hubieran privado de ser madre, enojo y frustración fue lo que inmediatamente salió de su ser. Seguir describiendo lo ocurrido me es imposible, no tengo constancia ni juicio de lo que pasó.
Mi vida comenzó desde que empecé a llevar justicia como oficial de policía, salí de la militar, mis estudios fueron realizados por escuelas militares y desde pequeño entendí que esa era mi vocación. Todo en la vida tiene un comienzo y un final, lo complicado es saber en dónde empieza y cuándo termina. Empecé a ver la corrupción con mis propios ojos, fui parte de ella y sentí que en donde estaba no era el lugar donde quería estar así que hace 10 años dejé la policía para tratar de ayudar a la gente y hacer justicia por mi propia mano.
El 23 de Octubre quedó marcado porque a las 11 en punto del día, llegó Agustín, un chico bastante joven, bien parecido y con una angustia enorme llegó a mi pequeño despacho, comenzó a hablar y de inmediato lo interrumpí.
-“¿Quién te habló de mí?” Pregunté con un tono grave tratando de intimidar.
-“Un amigo de la oficina, es sobrino de la señora Ramírez, usted investigó su caso y vengo para que me ayude.” Afirma el chico.
-“¿Cómo te llamas y cuál es tu caso?” Fue mi segunda pregunta.
-“Me llamo Agustín, llevo tres años casado pero de un tiempo para acá, mi mujer cambió, su actitud es muy diferente, dejó de arreglarse, me evita, el poco tiempo que nos vemos es como si no estuviera ahí, hace mucho que no hacemos el amor.” El tono de voz del chico tambaleaba, la situación de verdad le afectaba.
-“Se claro hijo ¿Qué quieres averiguar?” Mi tercera pregunta antes de aceptar o negar el caso.
-“Siento que mi esposa me es infiel, realmente estoy convencido de eso y por ende pido que la investigue y me diga a base de pruebas, quien es él.” Por un momento ese tono tambaleante cambió a uno lleno de rencor.
-“La mente es más caótica que la realidad, a veces lo que vemos no vale tanto como lo que imaginamos, si estás tan seguro de que tu mujer te es infiel ¿Por qué viniste? ¿Por qué estás aquí? Esa seguridad se perdió al momento en que decidiste estar contándome tu situación.” Mi respuesta lo dejó pensando, recuerdo muy bien que se tomó un minuto para responder.
-“¿Ha sentido alguna vez que sabe las cosas pero aun así quiere afirmarlo? Eso pasa cuando una persona pone toda su fe al punto de tener que utilizarla como último recurso implorando que sea mentira lo que se cree. Estoy aquí porque mi fe radica en que usted desmienta a mi verdad.” Su respuesta hizo que quisiera tomar la investigación.
-“Acepto, hay una condición, deberá hacer todo lo que yo le diga, absolutamente todas mis órdenes las pondrá en marcha a partir de hoy. Enlistaré las acciones que debe realizar. Después y sólo después de haber hecho lo que le indico, podrá preguntarme si su mujer le es infiel, primero haga todo lo de la lista.” Tomé un lápiz y un papel y comencé a escribir.
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Llegar temprano a casa, por ningún motivo quedarse más tiempo en el trabajo.
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Entregar detalles pequeños a su mujer cada vez que llegue a su hogar.
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Cuando la vea haciendo labores domésticas, ayúdela o hágalas usted.
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De vez en cuando levántese antes que ella para preparar el desayuno.
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Todos los días haga bromas, sea atento y escúchela.
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Invítela al cine, a cenar, por un café, haga que recuerde todos los momentos que vivieron de novios.
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Permita que ella le quiera hacer el amor, no exija, no fuerce, ese punto se dará con naturalidad y a su tiempo.