La ley federal de Canadá sobre la muerte asistida, conocida como Ley de Muerte con Dignidad, fue aprobada en junio de 2016 y entró en vigencia en marzo de 2021 después de una serie de juicios y apelaciones. La ley permite que los adultos con enfermedades graves, irreversibles y en fase terminal, y que estén experimentando sufrimiento físico o psicológico intolerable, tengan acceso a la muerte asistida. También se les permite a las personas que tienen una enfermedad grave y que no están en fase terminal, pero que están experimentando un sufrimiento que no puede ser aliviado de otra manera, solicitar la muerte asistida.
La ley establece un proceso riguroso para la evaluación y aprobación de las solicitudes de muerte asistida, que incluye la opinión de dos médicos independientes y un período de espera de 90 días. Los médicos que participan en el proceso de muerte asistida no pueden estar relacionados con el paciente y deben asegurarse de que el paciente entienda completamente los riesgos y beneficios de la muerte asistida.
La aprobación de la Ley de Muerte con Dignidad ha sido un tema controversial en Canadá, con opiniones encontradas sobre si la muerte asistida debería ser legalizada o no. Sin embargo, para aquellos que cumplen con los criterios establecidos por la ley, la Ley de Muerte con Dignidad brinda la opción de elegir la muerte asistida como una forma de poner fin a su sufrimiento en el final de su vida.
El 9 de marzo de 2023, el proyecto de ley C-39 recibió la sanción real y entró en vigor inmediatamente, ampliando oficialmente la fecha de elegibilidad para aquellos cuya única condición médica sea una enfermedad mental hasta el 17 de marzo de 2024.