Canadá y Groenlandia se pelean por un islote de no más de 1 km² rodeado de hielo en medio del canal ártico
Canadá y Groenlandia reclaman desde hace décadas un islote, situado en uno de los puntos más septentrionales del planeta, en el canal ártico, de no más de un kilómetro cuadrado de extensión.
Se llama Hans y no hay prácticamente nada en él, excepto una estación meteorológica. No está habitado, ni siquiera tienen recursos naturales que se puedan aprovechar. Además, están muy lejos de la civilización tal como la conocemos.
En una noticia publicada por la BBC, Canadá y Dinamarca hicieron en su momento más de una expedición con el objetivo de reivindicar su soberanía sobre la isla Hans. En 1984, por ejemplo, las fuerzas canadienses colocaron una bandera en ella, además de una botella de whiskey.
Una semana después el ministro danés para Groenlandia llegó a retirar la bandera canadiense y la sustituyó por una botella de schnapps, un aguardiente de más de 32 grados de alcohol. Además, dejó una nota: “Bienvenidos a Dinamarca”.
Como en las aguas del Ártico hay menos hielo a raíz del calentamiento global, la navegación en la región está aumentando. Así que saber a quién pertenece ese pequeño pedazo de tierra y esa zona del mar es muy importante para evitar ser acusado de invadir aguas ajenas. Y por otra parte, el islote ayudaría a hacer más sólida la soberanía de uno u otro país en la región.
Pero más allá de la isla Hans, hay varios ejemplos más de islotes en disputa. Uno de ellos es North Rock, una roca aflorada del Atlántico cerca de Canadá y Maine, un estado de Estados Unidos. Así que ambos países la reclaman, sin haber llegado nunca a un acuerdo sobre su soberanía.