A las mujeres de la generación de mi madre no les tocó encajar. El mundo no esperaba nada de ellas porque no les daba nada.
A las niñas de la generación de mi hija tampoco les va a tocar encajar. Nacieron en una época en la que no se espera que encajen con nada mas, que con ellas mismas.
El mayor reto es para las mujeres de mi generación. Nacimos en una época de cambios.
Hemos tenido privilegios que nos han llevado por obligación a encajar a la fuerza.
Se me enseñó que de todo eso que “nos gusta”, no se vive.
A los 20 jamás pensé que podía estudiar algo que realmente me gustará.
Me inculcaron graduarme de una de esas carreras de renombre, por eso soy Abogada.
Crecí con el estigma de que si no te casas, algo malo debe haber contigo.
Aprendí a ir de tercera. Primero los niños, segundo el marido y tercera yo.
Planes? Metas personales? -Eso es para las inadaptadas, no para mí, que soy una mujer seria, que sabe lo que quiere, pensaba yo.
Nunca busqué encajar conmigo misma, solo pasó.
Reconocí que no me gusta ir de tercera, es mi vida y quiero ir de primera.
No ha sido fácil aceptar las tonterías que me gustan e identificar aquello que me apasiona.
Aprender a caminar sin equipaje toma tiempo.
Mi espalda se acostumbró “al peso” y me cuesta ir recta, pero prometo que vale la pena…
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Dios bendiga tu vida,
Con amor, Tatiana
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