En la saga de “Los Reyes Malditos” de Maurice Druon, el mismo viaje que para Hugues Bouville es una odisea, para Guccio Baglioni es una aventura.
Tengo 50 años, y si alguien me hubiera advertido lo que iba a pasar cuando tomé la decisión de ir soltando mi equipaje, me lo hubiera pensado no doscientas, sino dos mil veces.
No tenía idea que tendría que hacerle frente a todas las obligaciones yo sola. Obligaciones que van desde destrabar un inodoro hasta pagar la educación de mis hijos. Tampoco sabía que algunas de mis amigas me verían raro, y que las parejas de amigos en común tomarian partido. Desconocía que mis hijos pasarían por extraños momentos en que al inicio me considerarían persona no grata. Nadie me advirtió que terminaría a la vuelta de la esquina enamorada como adolescente de un tipo raro que tras un año de matrimonio me abandonaría. No me imaginé que tendría que conseguir donde vivir y comprar muebles otra vez. Por la cabeza no se me pasó que dormiría torcida en un sillón hasta poder tener una cama.
Y como al inicio yo solo conocía lo que por tantos años ya había vivido, pues sin pensarlo dos veces fui soltando mi equipaje y arranqué mi viaje.
Un viaje que empezó siendo una odisea y ha terminado siendo la mejor aventura de mi vida. Un viaje que sé exactamente como inició, pero no tengo ni la más remota idea de como continuará, porque cada día es “el día”, porque cada día es “mi día ”.
Viajar sin equipaje tiene riesgos. Te enfrentarás a que en uno de los tantos desvelos te levantes a las 3 de la madrugada y veas a una loca despeinada y ojerosa que te saluda al otro lado del espejo, y te guste lo que ves. Te guste verla sin maquillaje, desarreglada y sin tacones. Que te guste verla reír de nuevo, carcajearse sin pensar en las arrugas que ya tiene, y que te enamore el ingenio con el que irán resolviendo juntas las cotidianidades que se les presenten.
Ten en cuenta que el peligro más grande de llegar a conocerla, es que primero te identificaras, luego la admiraras, y finalmente, la respetaras por atreverse a vivir de nuevo.