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Iker, Iker, Iker, es lo que escucho mientras mi mirada está perdida y mis pensamientos se vuelven locos por analizar ese par de ojos preciosos que gritan pasión y ternura, no creía en la perdición de la mente pero una mirada me condujo directamente hacía ella y ahí estoy, totalmente extraviado en un mundo del cual había leído pero jamás estado.

Analizo su cabello rizado, aquellos caireles me tenían preso al deseo que hace una combinación perfecta con su boca pequeña, boca que no me ha dicho nada pero entiendo que pretende besarme a la luz de la luna mientras de mis labios sale un: “No fue tan difícil ir a la luna, sólo tuve que bajarla para ti.”

A ella le encantan las cosas románticas, yo más bien soy un romántico de closet, soy aquel creyente que entiende que hay un dios más no entiende a las religiones, soy ese loco que no puede ver la coherencia de las cosas.

Dicen que entre trago y trago, la verdad suele asomarse, yo pienso que es verdad, en mi caso, los tragos me llevaron a un poema, unas breves líneas que no son perfectas pero si son correctas para la persona indicada.

Te quiero porque puedo, pero…
Porque puedo… ¿Te quiero?
Sí, te quiero ¿Es por capricho?
Si es por capricho, ¿Realmente puedo?
Puedo y es por ello que te quiero
No es capricho, es deseo.
Todo se resume en un deseo,
te deseo porque puedo.
Puedo porque te quiero.

 

A veces creo que el paraíso no es un lugar, es una persona, si mi hipótesis es cierta, he encontrado el paraíso, no quiero que me excomulguen, pretendo quedarme mucho tiempo aunque los minutos, las horas y los segundos pueden ser una mera ilusión al momento de hablar con ella.

Hay una cosa que se llama destino, probablemente es un mero mito, cabe la posibilidad de que el futuro no es manejable, es esperable, podemos esperarlo pero jamás manejarlo, no logro entender pero siento que algo hice bien en el pasado para vivir en el ahora, lanzar par de besos con par de versos teniendo un remitente.

El mundo se hizo para los valientes, las guerras para los cobardes, yo soy un cobarde en esta guerra que se llama amor, recordemos que las batallas las terminan ganando aquellos atrevidos que apuestan todo a ser un héroe, después de verla, podrá llamarme héroe o villano, todo depende de cómo sea narrada la historia.

Puedo asegurar que con llanto pude pagar la penitencia del pasado por no ser un santo, dolió pero salí adelante y en estos momentos concuerdo con el destino, no sé para donde vaya, pero quiero caminar de su lado, llegar al lugar más recóndito del mundo y construir un futuro viviendo el presente y agradeciendo al pasado, gracias a él, hoy valoro a la hermosa china que tengo en frente de mí.

-“Iker, Iker, Iker, reacciona, te estoy hablando. Sofía me grita mientras me mueve para que pueda ponerle atención.

-“Perdón Sofía, me perdí.” Respondo teniendo en mi mente la última imagen, aquella fotografía que vi donde luce aquella gorra de los Yankee’s.

-“¿Estás bien? ¿Por qué tan perdido? Despierta ya.”

-“No quiero despertar.” Tomo mi teléfono, desbloqueo la pantalla y ahí está ella.

-“¿Por qué no?” Pregunta con un tono de ingenuidad.

-“Porque es un sueño del cual no quiero despertar.” Contesto mientras apago mi teléfono y en él, su perfil, aquel que me hace suspirar.

 

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Fragmento dedicado a Julieta “Amar es sinónimo de riesgo y riesgo es igual a ganar, entre más nos arriesgamos, más ganamos.”

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