Cinco diócesis de Canadá anunciaron hoy que investigarán en sus archivos las acusaciones de agresiones sexuales supuestamente cometidas por religiosos en la provincia de Quebec, dos días después de que un cura de Montreal fuese sentenciado a ocho años de prisión por abusar de dos menores.
La diócesis de Montreal señaló en un comunicado que, junto con otras cuatro de Quebec, han encargado a la jueza retirada Anne-Marie Trahan que investigue “el número y naturaleza de acusaciones bien fundadas de abuso sexual a menores” desde la mitad del siglo XX.
Las otra cuatro diócesis son las de St-Jérôme, Valleyfield, St-Jean-Longueuil y Joliette.
La jueza, que integró el Tribunal Superior de Quebec, empezará la investigación en septiembre, y la diócesis de Montreal señaló que espera que su trabajo dure entre 18 y 24 meses.
Trahan “aceptó el mandato después de recibir garantías de las autoridades eclesiásticas implicadas que tendría total acceso a todos los archivos pertinentes para el periodo de cerca de 70 años y que las conclusiones del informe estadístico serán publicadas una vez que el proceso ha terminado”, dice la nota.
El trabajo de Trahan será “exclusivamente” el análisis de individuos que trabajaron en las parroquias, servicios e instituciones diocesanas.
El lunes, el cura Brian Boucher, fue condenado a ocho años de prisión por el abuso sexual de dos menores, entre 1995 y 1999, en un caso, y en el segundo entre 2008 y 2011.
Boucher trabajó en 10 iglesias del área de Montreal entre 1985 y 2015.
Antes de que se leyese la sentencia, el obispo de Montreal, Thomas Dowd, dirigiéndose a Boucher, le espetó “¿Cómo pudo hacer esto? Se le dio el amor y la confianza de literalmente centenares de personas, lo traicionó y lo manipuló, avergonzó a la Iglesia y desacreditó el trabajo de sus compañeros curas y un día encarará el juicio superior del propio Dios”.
El arzobispo de Montreal, Christian Lépine, declaró hoy a medios de comunicación canadienses que espera que la investigación ayude a restaurar la confianza en la Iglesia.
“No responde a todas las preguntas pero servirá para tener una idea de la situación, de cuántas víctimas, cuántos curas estuvieron implicados. Después, cada diócesis verá cómo proseguir”, dijo Lépine.