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La mujer fue acusada de llegar al hospital borracha para dar a luz. Sus familiares lo niegan.

Una madre indígena fue separada este jueves de su hija recién nacida por los servicios sociales, acompañados de la Policía, en un hospital de la ciudad canadiense de Winnipeg, en la provincia de Manitoba. La mujer afirmó que la llegada de los servicios sociales para confiscar a su hija nacida dos días antes fue un golpe, ya que había hecho arreglos para que permitieran que su tía tomara la custodia de la bebé, informa CBC.

Sin embargo, la jefa de la Policía de Winnipeg, Tammy Skrabek, declaró que la familia sabía que la bebé iba a ser confiscada y detalló que la menor estaba bajo custodia de los servicios sociales en otra parte del hospital.

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Cora Morgan, defensora de las familias de las Primeras Naciones de Canadá, como se denomina a los pueblos indígenas, afirmó el viernes que la familia había estado en contacto con los servicios sociales antes del parto porque intuían que podrían surgir problemas por la madre, que tenía problemas de adicción y buscaba ayuda para desarrollar habilidades parentales.

En el hospital un empleado de los servicios sociales informó a la madre que su bebé tenía que ser confiscada porque alguien denunció que estaba borracha cuando llegó a dar a luz. Los familiares rechazaron estas acusaciones, diciendo que hablaron con los médicos, que les aseguraron que la madre no llegó en estado de intoxicación.

Morgan detalló que en este caso podría haber tenido lugar una notificación de los trabajadores sociales de que una mujer embarazada representaba un alto riesgo, porque hace varios años otra hija suya estuvo temporalmente bajo cuidados de los servicios sociales. “En el sistema ―como madre, padre, abuelo― siempre los ven como culpables de algo, y no hay mecanismos para demostrar que eres inocente”, comentó Morgan, citada por The Globe and Mail.

Debbie Besant, que encabeza los servicios sociales para los niños y la familia, afirmó que tras revisar el caso en persona y reunirse con los agentes involucrados en la confiscación de la recién nacida está segura de las decisiones tomadas. “Seguiremos trabajando con esta familia y colaborando con cualquier agencia colateral o asociada que la familia desee involucrar”, aseguró Besant.

El video

El tío de la mujer que fue privada de su hija filmó aquel proceso y lo transmitió en vivo en Facebook. La madre, entre sollozos, no se separa de su bebé hasta que se la llevan y depositan en una silla infantil. Acompañada por sus familiares, la mujer suplica que le dejen pasar unos minutos más con su hija, pero no la dejan, y llora desconsoladamente por su impotencia ante el gélido actuar de los servicios sociales y policías, que no dicen ni cuándo la madre podrá volver a ver a su hija y también se niegan a esperar a que lleguen otros trabajadores sociales.

https://www.facebook.com/100011251092673/videos/724360181282345/

Los miembros de la familia afirmaron que no están enfadados con los empleados y agentes que fueron a llevarse a la recién nacida y entienden que solo estaban haciendo su trabajo. El tío de la madre, quien grabó la escena, dijo que rezó por ellos “por hacer un trabajo duro como aquel”. “Incluso estos policías, podía ver que estaban tristes“, comentó.

Cora Morgan señaló que poco después de la publicación del video, los servicios sociales contactaron con la familia advirtiendo de que si no lo eliminaban, les sería más difícil recuperar al bebé. Sin embargo, Morgan espera que la madre pronto pueda reunirse con su hija.

La polémica política de Manitoba

El video ha reavivado la polémica por el sistema del bienestar infantil en Manitoba, donde, según datos para marzo de 2018, 10.714 niños estaban bajo tutela de los servicios sociales. Se estima que alrededor del 90 % de ellos son indígenas.

David McDougall, jefe de la reserva indígena de St. Theresa Point, declaró durante una rueda de prensa el viernes que los servicios para los niños y la familia, así como las autoridades de la provincia de Manitoba “golpearon el corazón de la nación al hacer esto a una niña y a una madre”.

Garrison Settee, que representa a las Primeras Naciones de Manitoba del norte, señaló que el sistema al que están sometidos no es para los indígenas. “Queremos que devuelvan a nuestros bebés porque nos pertenecen a nosotros. Pertenecen a su propia cultura, a sus propias sociedades, entre sus propia gente”, indicó.

La ministra federal de Servicios Indígenas, Janet Philpott, declaró que el video es “perturbador” y que su oficina investiga los detalles del caso.

Fuente: RT

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