La incertidumbre se cierne sobre varios grandes premios, los cuales no se sabe si se seguirán disputando en el futuro inmediato. El Gran Premio de Canadá es uno de los grandes premios más esperados y excitantes sin duda, para los aficionados y los pilotos. Con pocas curvas, largas rectas y los muros cerca, la fórmula perfecta para los adelantamientos y los accidentes.
La oficina de turismo de Montréal ha cifrado que su Gran Premio tiene un gran impacto en la economía de la ciudad, en concreto unos 90 millones de euros en una sola semana, de los cuales 75 provienen de los turistas que visitan la ciudad. El vicepresidente de turismo, Pierre Bellerose, da fe de ello en unas declaraciones donde dice que la carrera debe seguir disputándose.
“Este es el evento turístico más importante de Canadá en términos de impacto económico, pero también hay que sumar la cobertura de los medios internacionales. La imagen de Canadá se envía a todas partes, lo que trae a más turistas a la ciudad”, declara Bellerose.
Los hoteles llegan a rozar el 90% de ocupación y los restaurantes afirman que es la mejor semana del año de largo, no hay ningún evento que se acerque a la recaudación de esos días. Parece que los datos están muy claros, el Gran Premio de Montréal es rentable, veremos si las ayudas publicas continúan, o será difícil para Canadá mantenerse en el calendario.
Las audiencias podrían ser mucho mejores, y este es uno de los problemas a solventar en los próximos años. En 2017 se introduce un cambio normativo que tratará de hacer mucho más atractiva la Fórmula 1. Los coches serán mucho más bonitos y rápidos según se prevé, lo que espera que vuelva a atraer la atención de los que a día de hoy la han perdido.
Mejorar el espectáculo es fundamental para que la cadena se reactive y todo vuelva a funcionar, pero los gobiernos suelen ser reacios a aportar más dinero si no están convencidos de que todo va a seguir funcionando.
