GUATEMALA.- El estado de Guatemala no satisface el derecho al acceso a la salud de sus ciudadanos, indicó una de las conclusiones preliminares del relator específico para ese tema de Naciones Unidas, Anand Grover.
“Muy probablemente morirá, pero en el último minuto puede salvarse como cuando los doctores ponen a funcionar el respirador”, dijo el martes en rueda de prensa refiriéndose al estado de salud del sistema de salud guatemalteco.
Grover , que concluyó una visita de siete días para verificar la situación del acceso a la salud, aseguró que solo se podrá lograr un cambio si “se ve no como un tema político sino como un asunto de derechos humanos”.
Guatemala es un país donde el 80% del gasto médico de la población proviene de los bolsillos de los ciudadanos, dijo. Además, expresó que para mejorar los niveles de salubridad es preciso mejorar el acceso a agua potable y drenajes así como combatir la desnutrición crónica que afecta a uno de cada dos habitantes del país.
Como en casi todas las demás áreas del desarrollo humano, los indígenas de Guatemala están a la zaga, dijo. Las mujeres también están excluidas en mayor proporción del acceso a los servicios de salud, en particular en lo que se refiere a salud reproductiva.
Felicitó al gobierno por poner en marcha un programa de remesas condicionadas a familias pobres, en su mayoría indígenas. Pidió que el programa tenga más transparencia y sostenibilidad.
“Dar transferencias en efectivo es inútil si no hay servicios integrales y de calidad y si los gastos como transporte y medicinas absorben esas transferencias”, añadió.
Grover aseguró que es posible un cambio que permita corregir esta situación. Sin embargo, dijo, “los indicadores son tan graves que la situación requiere de cambios estructurales a largo plazo en seguridad alimentaria, educación, seguridad social empleo y reforma agraria, todos los cuales son aspectos importantes para la salud”.
