Cada año, el Día Nacional del Niño se celebra el 20 de noviembre. Desde 1993, este día nacional se celebra en todo Canadá para marcar la adopción por las Naciones Unidas de dos documentos sobre los derechos del niño, a saber: la Declaración de los Derechos del Niño el 20 de noviembre de 1959 y la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño del 20 de noviembre de 1989.
Al ratificar la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño en 1991, Canadá se comprometió a garantizar que todos los niños sean tratados con dignidad y respeto. Este compromiso subraya que los niños deben tener la oportunidad de ser escuchados, estar protegidos de cualquier daño, satisfacer sus necesidades básicas y alcanzar su máximo potencial.
El Día Nacional del Niño tiene como objetivo celebrar a los niños como actores de sus propias vidas y en sus comunidades y como ciudadanos activos que pueden y deben contribuir de manera significativa a la toma de decisiones.
Hace treinta años, los líderes mundiales hicieron un compromiso histórico con los niños del mundo al adoptar la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, un acuerdo internacional sobre la infancia.
Se ha convertido en el tratado de derechos humanos más ratificado de la historia y ha ayudado a transformar la vida de los niños en todo el mundo.
Pero aún así, no todos los pequeños disfrutan de una infancia completa y muchas vidas se ven truncadas.
Depende de nuestra generación exigir que los líderes del gobierno, las empresas y las comunidades cumplan con sus compromisos y tomen medidas por los derechos del niño ahora, de una vez por todas. Deben comprometerse a asegurarse de que cada niño goce de todos los derechos.