En el Derecho Penal la reincidencia es un agravante. Lo sé, porque soy Abogada, me gradué con el primer puesto de la facultad.
Le pedí el divorcio a “El Jardinero”. -Qué sentido tiene seguir casada con alguien que no comparte cama, alegrías o derrotas? Es la pregunta que a diario hacen mis amigas, y para la que yo sigo sin tener respuesta. -Te sigo amando, déjame volver; fue lo que dijo.
Pasé la noche en vela recordando desde el momento que lo vi por primera vez, hasta mil tonterías que van conmigo a donde quiera que me muevo. Pensaba cuando con la ayuda de una gran amiga le mande una tarjeta con mi foto, hasta cuando se puso mi ramo de novia entre los dientes dando el sí, en el Juzgado.
Mi corazón de “Abogada” pasó la noche preparando para él la mejor de las defensas. El hecho de que hubiera montado sus cosas y se hubiera ido sin mirar atrás, era perfectamente entendible y fácilmente justificable. Lo único que mi corazón no tuvo en cuenta fue el Juez que vive en mi cabeza, quien se limitó a los hechos. -No es la primera vez que se va. Lo volverá a hacer.
Con dolor acaté el veredicto. El capítulo de mi amor por “El Jardinero” está llegando a su fin. Quizás en otra vida lo encuentre. Puede que tengamos edades más parecidas, que ambos estemos en la misma etapa, o que los dos nos acordemos de lo que en esta no pudo ser.
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Para recuperar tú autoestima: Lee los libros que escribí, porque en ellos aprenderás que siempre puedes salir adelante y avanzar hasta que te sientas realmente bien contigo misma, y que “Si la sigues, la consigues”.