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Estuve pensando en los sacrificios, en las pruebas que la vida te pone, una de ellas es la crianza, nacer en la boca de un barrio te hace más aguerrido en mentalidad y aunque no haya un peso para comer, la fortaleza siempre llegará del corazón y no de los músculos.
Las calles de mi querido barrio son luminosas cuando hay sol, pero de alguna manera te sientes en la oscuridad y cuando esta llega, el miedo se presenta y te pone de rodillas, muchos se quedan ahí, otros deciden levantarse y continuar aunque no sepan que les depara el destino.
Crecí y tuve que partir del lugar que me vio crecer, cuando regresé todo seguía igual, la única diferencia es que las personas fueron sustituidas por nuevas generaciones. Los sueños eran los mismos, los problemas estaban ahí, ya los había vivido. Es sorprendente como un hombre se sale del barrio, el barrio jamás sale de él.
Las escuelas día a día enseñan ignorancia y dejan de lado los sueños, la motivación de ser una mejor persona. A fuera de la primaria, secundaria y preparatoria, siguen los mismos mentes cerradas, mentes cobardes que buscan un poco de dinero sin querer trabajarlo, dañan a terceros matando al mismo barrio. Las drogas eran parte de lo que todos los días se vivía, me parece que ahora las edades tempranas les nace la curiosidad para probarlas.
¡Malditas pastillas! Se supone que solo se pueden encontrarse en las farmacias, el barrio se sumergió en ellas, el cobarde se vuelve valiente, el tímido se hizo un “charlatán” las mujeres pierden el sentido por entregar algo más que su dignidad. Hay de tantos colores, sabores, aromas que funcionan para diversas situaciones, ya no se sabe cuál es cual ni para qué sirven. La mayoría de los jóvenes la consumen por ser “Sociales” me encantaría ver a esa sociedad pagando sus cuentas, velándolos o mínimo cargando sus ataúdes.
Deseo tanto regresar a los tiempos donde los niños salían y se divertían, donde los sueños era ser deportista y no un simple traficante que haga pagar a su familia por las rencillas o cuentas pendientes que va dejando en el camino.
No se trata de vivir, se trata de morir y de cómo es tu muerte, la vida es corta, la muerte es eterna y cada quien decide que hacer en vida, tus acciones determinarán si te es recordado o no.
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