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Las palabras siempre adornan el panorama de la realidad, recibir unas cuantas frases halagadoras es lindo, nos endulza el oído, nos nubla la vista y hasta perdemos el enfoque de la mente. Si me vas a querer, mejor date la vuelta, no quiero ser partícipe de tu ego estúpido y de tus ganas de poseer a alguien como si fuera algo. Eso es querer, el proceso deseoso que tiene  nuestra mente o hasta nuestro cuerpo y todo para satisfacer una necesidad que no existe. A mí ámame, te daré amor, te daré mi amor que seguramente es único, diferente y hasta especial, uno que se puede compaginar con tu forma de ser y de ver la vida.

En algún momento dije “Te quiero” ahora digo “Te amo” y no sabes lo liberal que es, no te imaginas cuantos “Te quiero’s” me ahorré, cuantos “Te amo’s” sacaron una sonrisa y hasta el sonrojo de un ser amado. El amor es poder, con amor puedes todo, es el mejor motivante que puede nacer dentro de nuestro ser. Por desgracia tuve que sacar de mi vida a aquellas personas que solo “Quieren” no les puedo dar valor, yo “Amo” y sé hacerlo de una manera bonita, pido lo mismo.

Muchas parejas se miran a los ojos y no llegan a sentir más, el brillo se apaga, las promesas se quedan en palabras y los actos nunca llegan en el momento indicado, si haz notado algo de esto, déjame felicitarte, estás comprendiendo a la vida misma y sobre todo al amor. Si cada detalle se acaba, si cada mirada se apaga, si el roce no se siente, la vida te está dando un mensaje, el amor nace de ti, no de los demás. Si dejaste de sentir, díselo, si cambiaste y en ese proceso algo despareció, díselo, no hay acto de amor más valioso que aquel que se efectúa desde la sinceridad.

Esa persona tan atenta, esa persona que se preocupaba por ti, aquella que no podía planear un futuro sin ti… de pronto dejó de hacerlo y en vez de actuar, comenzó a hablar. Qué triste vivir de las palabras que evocan una acción y ésta jamás llega, se queda en la brecha pequeña del “Es mío” con la de “Lo puedo perder” estar en ese lugar, es sentir que un cuchillo atraviesa tu cuerpo lentamente, la misma lentitud con la que alguna vez besaste se hace presente, ahora para lastimarte.

No vivamos de ilusiones, no pretendamos que el amor florece en las segundas oportunidades, hay libros con finales trágicos y no por eso merecen seguir escribiéndose… la única película o libro que debes de seguir escribiendo y viendo, es la de tu propia vida, esa en donde el amor es el personaje principal.

 

Dedicatoria especial a Karla: Proverbio 19.12

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