Por Ernesto Salayandía García
De mi libro: Parejas Disparejas
La cultura del divorcio
Ahora es muy común ver en los restaurantes a un buen grupo de mujeres jóvenes reunirse a desayunar, a convivir e intercambiar experiencias y ellas, tienen una característica en común, la vida no les ha sido nada fácil, algunas, están divorciadas y el resto viven sus vida de pareja, entre azul y buenas noches, hay crisis matrimonial, las parejas se tornan cada vez más agresivas entre ellas, cada vez más violentas, se hacen trizas, desmoronan el seno familiar, destruyen lo que poco a poco construyeron, por supuesto que lo primero en morir, es el amor y lo primero en aparecer es la falta de respeto y en ese sentido, lo más cómodo, lo más sencillo, es romper, es tronar y buscar la manera de divorciarse y atrás de un conflicto matrimonial hay tantas causales, reales y palpables que la pareja no se da cuenta, no acepta y solo ve, con lupa los errores del otro, no los propios, como dice el dicho y dice bien.-Ver la espiga en el ojo ajeno, pero no ver la viga en el ojo propio.-
Mal de muchos, consuelo de tontos
Si hay algo difícil en estos tiempos es llevar la fiesta en paz, es complicado la relación de pareja y más cuando la crisis económica te hace trizas, cuando eres infiel, cuando hay violencia verbal, física y emocional, cuando la falta de respeto, los insultos, las amenazas, las agresiones, los apodos, el sarcasmo, la sutileza, las ganas de fastidiar, de pelear siempre están ahí a cada momento y que difícil es cuando se involucra a los niños, cuando te ridiculizas delante de ellos, cuando denigras o te denigra tu pareja, es muy feo vivir una relación neurótica, una relación, peor de perros y gatos delante de las criaturas, más aun, que desagradable es ir en el carro y peleando, en el banco y peleando, en el súper y peleando estas peleando en todas partes, peleas de todo y por nada y estas siempre agarrada del chongo y te haces trizas, pero cada día que avanza, te alejas y te alejas cada vez más de esa persona, llegas a aborrecerla, a repudiarla, a odiarla y si fuera posible lo o la harías picadillo, sin duda le darías de comer a los perros.
Tu lengua se convierte en un filoso bisturí
Enojado, no tengo prudencia de lo que emito, no me detengo y hago trizas a mi pareja, se perfectamente donde pegarle, de eso se trata que le duela, que la daga se clave hasta el fondo y que la herida sea profunda, no importa lo que en ese momento destile, es mi verdad y mi razón, mi objetivo es agredir, destrozar, denigrar, ofender, humillar, devaluar, comparar, reclamar y demostrar mi poder, no importa lo que diga, lo que quiero es mostrar mi enojo, engrandecer mis egos, y que afloren mis resentimientos, claro, que después de mi descarga neurótica, quedo expuesto a la reacción.-. Acción, reacción. – y me someto a la respuesta inmediata, a que se me regresen las ofensas con la misma o más intensidad, ese es el juego neurótico de las parejas, pegarse con todo, hacer heridas, pegar donde más duele y entre más hablo más demuestro que no amo a esa persona, entre más la agredo, manifiesto que más la odio y la repudio, estoy tan dolido, que no entiendo razones y lo que único que importa es mi verdad. Soy soberbio y orgulloso.
Cuando no hay amor, no hay nada
Uno de los errores más comunes entre las parejas, es faltarse al respeto, y esto es algo muy grave, es permitir que el huracán emocional entre en tu relación y que siempre es estar fastidiando al otro, te conviertes en el reloj checador, eres el despertador, te adueñas de su tiempo y comienzas a controlar la agenda. – ¿Dónde vas? ¿Qué vas a hacer? ¿Qué tanto haces en la computadora? ¿Con quién hablas? ¿En qué gastaste? ¿Por qué tardaste tanto? ¿A que horas regresas? ¿Por qué no me contestas? ¿Dónde andas, Porque no te reportas? Y ese terreno de control, de estar manejando la vida del otro, tarde que temprano tiene consecuencias, porque cada vez, los reclamos son más violentos, más agresivos y por supuesto, más ofensivos, el rompimiento se comienza a dar cuando la manipulación se enmascara de chantaje emocional o de extorsión sentimental, se da, cuando hay amenazas de por medio, cuando afloran los gritos, incluso empujones y golpes.
Emocionalmente, mal y de malas
No hay cosa más insoportable que vivir con una neurótica, o con un neurótico, la casa es un ring de peleas, los tonos, el volumen los gritos y las groserías son el pan de cada día, es de lo más sencillo, que la neurótica quiera arreglar todo a gritos, a mentadas de madre, es una pugna absurda en busca del poder, un mal manejo de egos inflados y de personalidad distorsionada debido a que no es así como se debe de llevar una pareja, no es tu pelele, no es u retrasado mental, no eres su dueña ni eres nadie para maltratar, para agredir, ni para estar reclamando y quejándote de todo y de nada, lo más incongruente es que después de estar como loba hambrienta en el desierto, fiera brava, salvaje, después de estar chiflando el alma todo el santo día, en la noche quieres que te hagan el amor y como los resentimientos no le permiten, por dignidad, acercarse a ti, tu comienzas a reclamar.-. Nunca me tocas. – Nunca quieres hacer el amor conmigo. –Los celos afloran y los comentarios en ese sentido también. – Seguramente estás cansado, tu novia te deja sin ganas de nada. – Sencillamente el amor acaba. –
Las diferentes maneras de agredir
Es difícil aceptar la enfermedad emocional, reconocer mis errores, mi codependencia, pero si, es muy fácil, ver con lujo de detalles los errores del otro, muchas personas, parejas disparejas, enfermos, enfermas, usan las bromas pesadas para agredir.- La verdad entre broma y broma se asoma.- recurren al comentario sutil, por ejemplo, te dicen.- Sin ofender.- No me lo tomes a mal.- Te lo digo por tu bien.- Y cuando menos te lo esperas te dan el ramalazo.- Otros te comparan te aplican la crítica constructiva, según ellos, pero mientras son peras o son manzanas, ya te rompieron tuti la madona, muchas más, te agreden con el silencio, las parejas se dejan de hablar y demuestran el poco o el nulo interés que sienten por el otro, también, es muy común hablar con otros, desprestigiar a tu pareja, contar todo lo malo de la otra parte, negar u ocultar tu rebanadita del pastel.
Caras vemos, emociones no sabemos, mañas menos
De mal en peor, hay tantas causales de divorcio que pocas personas reconocen sus propios errores, por ejemplo, el abandono de sí misma, algunas mujeres se convierten en fodongas tanto en su arreglo personal como en el orden o higiene de su casa, pierden la sensualidad, estilan vestirse de noche con el mata pasiones, el mameluco o esas viejas piyamas de franela, causal de divorcio, las mentiras, el engaño, el no aceptar errores, el ser apático, escéptico con pésima comunicación, el demostrar el más mínimo interés a la familia, es decir, mostrarse híper ocupado mañana tarde y noche y no dedicar el tiempo suficiente a la familia, no dar calidad de tiempo por culpa del trabajo o del dinero, causal de divorcio, es faltarse al respeto, insultarse peo que verduleras, el decirle poco hombre, cucaracha, hijo de whini pop y también darle vueltas al asunto, no tomar el toro por los cuernos, darle vueltas y vueltas hasta que la hilacha se revienta por lo más delgado, en fin, se cometen tantos errores que en lugar de salir del hoyo, se hunden más y más, la verdad de las cosas es que te despedazas, te desintegras como ser humano y confirmas, que el hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra dos veces, es decir, el y ella, repiten las mismas equivocaciones a cada momento.
No es cierto que un clavo saque a otro clavo
Antes de que el matrimonio truene como esparrago, en algunos casos, él o ella, incluso ambos, comienzan a echarse sus canitas al aire, se dan la oportunidad de rehacer su vida, por favor léase entre comillas y le dan vuelo a la hilacha, saliendo con una y con otra, o andando romántico con una nueva en puerta. – ¿Quieres conocer a Andrés, vive con él un mes? Y este también es un garrafal error, la amante o el amante quiere derechos, quiere manipular, exige tiempo, dinero y otras cosas, por ello, el matrimonio en crisis se complica más y se comete el error pensando que una nueva pareja va a calmar la tormenta emocional en que se vive, grave error, porque igual, la nueva pareja está enferma, más o peor que la formal por así llamarlo, luego, muchos las escogen con hijos, gordas, viejas y se entregan en cuerpo y alma, pero al pasar el tiempo, truenan como espárragos, no funciono, se quedan sin Juan y sin la gallina, vaya, no es fácil la vida de pareja y el mal emocional no está en ellas, está en mí y no me he querido dar cuenta.
El matrimonio no es para toda la vida, el divorcio si
Muchos casos agudos están atorados en los juzgados, otros son un verdadero infierno para ambos, porque después de haber concluido con el matrimonio, ahora peleas más y usas como carne de cañón a tus hijos, la pensión alimenticia, los tiempos de convivencia ordenados por el juez y otras disposiciones, son el atorón para NO llevar la fiesta en paz y entre divorciados te veas, ambos destilan veneno, ambos se desprestigian y se echan la culpa el uno al otro, pero pocos son los que asumen su responsabilidad y se quedan callados, muchos más, se divorcian de los mismos hijos, de los suegros, cuñados y amistades, todo lo que tenga que ver con ella, huele mal, al final de cuentas, siendo honesto con uno mismo hay que reconocer mis errores, reflexionar sobre mis patrones de conducta, mis defectos de carácter y hacer un honesto inventario de mi relación de pareja, para ver con humildad mis errores, reconocer mi fracaso por mi culpa y no por culpa de otros, tal vez, vivir una segunda oportunidad, no habrá de repetirse la misma historia si soy honesto conmigo mismo.
¿Entonces por qué se fracasa como pareja?
Porqué lo eres todo, menos pareja, te adueñas o quieres adueñarte de la vida del otro, claro, por neurótica, posesiva, por vulgar, altanera, déspota, por orgulloso, engañifa, mentiroso, infiel, por ausente, por dar migajas en lugar de amor y tiempo de calidad, por faltarse al respeto, por no cultivar el amor, por hacerse pedazos cada vez que hay una discusión, por querer salir ganando siempre, por no ceder, por no ser flexible ni humilde, por no reconocer mis errores, por abusar del alcohol y las drogas, por depresión, claro, por codependencia, por los chantajes emocionales, los secuestros, el mar d condiciones, por involucrar a terceros, por no reparar daños, por dar la palabra y no cumplirla, se fracasa también por no trabajar con honestidad la sexualidad, por inmadurez, se fracasa también por tener mamitis, por vivir en el pasado de él, de ella, el de ambos, porque no hay amor, se fracasa por los temperamentos, por incompatibilidad de caracteres, por falta de ganas, por costumbre, por tantas cosas.
Hijos de padres divorciados
En muchos casos, sin afán de generalizar, los hijos de padres divorciados son severamente dañados por todos los pleitos que escucharon y que los hicieron participan, nacieron y crecieron en un ambiente neurótico, por demás agresivos lo que les causa una gran inseguridad, le genera una ansiedad tremenda y desde niños comienza a sufrir, es mucho el daño que sus padres en conflicto le pueden causar a sus hijos, son propensos a caer en las garras de cualquier adicción, luego, estos hijos se casan y al poco rato, se divorcian, repiten la misma triste historia, no tienen capacidad para tener una pareja y ser felices, no tuvieron ejemplo y así, el mundo desmorona al seno familiar, la decadencia social, parte de un hogar disfuncional y esta triste historia, comienza, con las parejas disparejas. Si hay amor, hay solución- busca este articulo completo en: montrealquebeclatino.com en mi bloc de adicto a adicto. – TRATAMIENTO AMBULATORIO, SIN INTERNAMIENTO para alcohólicos y drogadictos 614 256 85 20