Un autor apoya su teoría en el descontento de la ciudadanía escocesa con las políticas de Londres y a los vínculos culturales con Canadá.
Defiende que hay menos distancia entre Escocia y Canadá que, por ejemplo, entre Estados Unidos y Hawaii.
El ‘brexit’ o salida de Gran Bretaña de la Unión Europea es una noticia de gran calado para Escocia. Esta región, con un importante movimiento secesionista, votó en contra del ‘brexit’ y cada vez se ve más alejada de las políticas de Londres. Ahora, un autor propone una revolucionaria idea: que Escocia abandone el Reino Unido y se integre… en Canadá.
Es la propuesta de Ken McGoogan, un escritor canadiense de origen escocés, experto en los vínculos entre ambas naciones. En un artículo en The Globe and Mail, McGoogan defiende que Escocia no está contenta con su posición actual y que sería una gran oportunidad para Canadá.
Sobre la distancia como inconveniente, McGoogan replica que hay menos distancia entre Canadá y Escocia que, por ejemplo, entre Hawai y Estados Unidos. Otro ejemplo es que entre la ciudad escocesa de Glasgow y la ciudad canadiense de Halifax hay menos distancia que entre la propia Halifax y Vancouver.
Además, explica este escritor, los avances tecnológicos han reducido las distancias. Se estima que 4,7 millones de canadienses (un 15% del total) tienen origen escocés. Se concentran sobre todo en las regiones de Ontario, Columbia Británica y Alberta.