En una excelente recuperación en los minutos finales del primer tiempo e iniciales del segundo, Montreal Impact logró remontar un marcador adverso de 2-0 para terminar ganándole a New England Revolution por 3-2 en su sede del Estadio Saputo, un marcador en los que Kei Kamara, para los visitantes, y Michel Salazar, para los locales, anotaron dobletes.
El primer tiempo arrancó con un leve domino del local, con balón dominado y contragolpes, sin embargo no contaba con que New England aprovecharía primero la mala táctica defensiva de los francófonos y a los 18 minutos ya cantaban el primer gol por medio de Kei Kamara; fue una jugada de tres toques desde la media cancha, Lee Nguyen para Kelyn Rowe, este para Kamara quien batió con facilidad a Evan Bush.
Esa anotación confundió al cuadro local que no hallaba cómo reaccionar, no sólo para quitarse la presión sino para acercarse hasta la portería de Brad Knighton; esa confusión hizo que a los 33 minutos Kamara volviera a golpear con otra anotación, esta vez con la asistencia de Chris Tierney.
Al contrario de lo que ocurrió en el primer gol, esta vez los montrealenses comenzaron a presionar hasta lograr la igualada. Esta estuvo a cargo de Michael Salazar a los 40 minutos, quien aprovechó un balón mal rechazado por la zaga y de un cabezazo hizo anidar el balón en la portería visitante para el 2-1 transitorio.
Recién arrancaba la segunda mitad, a los 48, cuando nuevamente Salazar se hizo presente en el marcador para la igualdad; esta vez fue el francés Hassoun Camara el que le asistió con un centro largo desde la banda derecha.
Sin ceder ni un centímetro de cancha los locales siguieron apretando y a los 51 minutos Ignacio Piatti se perfilaba peligrosamente dentro del área grande, después de dejar burlada a la defensa de New England, al achique salió Knighton quien derribó al habilidoso argentino y el central Chris Penso decreto el tiro penal. Lo cobró bien Piatti y puso la cuenta 3-2, en una excelente recuperación del cuadro negriazul. Esta fue la décima anotación de Piatti en la temporada.
New England se lanzó con todo buscando la igualada, siendo Kamara el que siempre estuvo merodeando el área local, pero el daño ya estaba hecho y el pitazo final los sorprendió con el marcador adverso.