Andrea Giesbrecht había ocultado los restos de seis bebés y fetos en un almacén que tenía alquilado en la ciudad de Winnipeg, tal y como testificó hoy un forense en el juicio en su contra que se celebraba en esta localidad de Canadá.
Giesbrecht, casada y con dos hijos, habría cometidos estos delitos durante años y hasta su detención, en octubre de 2014, momento en el que los cuerpos sin vida de los pequeños fueron encontrados por los empleados del establecimieto en el que la acusada tenía arrendado un almacén, después de haber dejado de pagar su alquiler. En ese momento se procedió a la detención de Andrea Giesrecht, a la que se le imputan por seis delitos de ocultación del cuerpo de un menor, según recoge Efe.
Tal y como informan los medios locales, el forense Raymond Rivera testificó hoy en el juicio, afirmando que los restos humanos estaban en tal estado de descomposición que fue imposible determinar las causas de las muertes o si se encontraban vivos al nacer. Asimismo, confirmó que los cadáveres pertenecían a bebés que se encontraban entre las 34 y las 40 semanas de vida.
El marido de la acusada y uno de sus dos hijos han testificado diciendo que desconocían los hechos, y que tampoco habían descubierto el estado de buena esperanza de la acusada.
Al parecer este «despiste» podría ser notorio, ya que durante el juicio diversos expertos han comprobado que Andrea Giesbrecht había estado embarazada, al menos, un total de 18 veces desde que tenía 20 años y hasta cumplir los 38. También se ha confirmado que ha abortado de manera legal nueve veces y que ha sufrido un aborto de manera natural.