Investigadores canadienses del cáncer de mama han descubierto la ‘fuente de la juventud’ en glándulas mamarias de ratones genéticamente modificados.
Un equipo de científicos de la Universidad de Toronto, dirigido por la profesora Rama Khokha, ha establecido que cuando se eliminan dos factores que controlan el desarrollo de los tejidos TIMP (inhibidores tisulares de metaloproteinasas) tipo 1 y 3, se puede evitar el impacto del envejecimiento en el tejido mamario.
El estudio, publicado en la revista ‘Nature Cell Biology’, explica que en el curso normal del envejecimiento, nuestro tejido pierde su capacidad de desarrollo y reparación tan rápido como lo hizo cuando éramos jóvenes. La razón es que las células madre, que son abundantes en la juventud, disminuyen con el paso del tiempo. Sin embargo, el equipo encontró que cuando faltan los ‘arquitectos de tejido’ TIMP 1 y TIMP 3, el grupo de células madre se expande y se mantiene funcional durante toda la vida en el caso de los ratones.
El equipo también descubrió que a pesar de un gran número de células madre, no hubo mayor riesgo de cáncer. “Se asume generalmente que la presencia de un gran número de células madre puede conducir a un mayor riesgo de cáncer”, dice Khokha. “Sin embargo, hemos encontrado que estos ratones no tenían una mayor predisposición al cáncer”.