Se trata de uno de los asentamientos humanos más antiguos jamás descubiertos en América del Norte, con más 14.000 años de antigüedad.
El territorio de los indígenas heiltsuk, un pueblo originario de Canadá, ahora puede ser considerado como uno de los asentamientos humanos más antiguos de Norteamérica. Las reliquias descubiertas recientemente en la isla Triquet, en Columbia Británica, comprueban que el sitio es tres veces más antiguo que la Gran Pirámide de Guiza, según Vancouver Sun.
Un equipo arqueológico apoyado por el Instituto Hakai registró varios metros cúbicos de tierra hasta que dio con los restos de una hoguera. En noviembre pasado, las pruebas revelaron que la misma tenía unos 14.000 años de antigüedad, lo que indica que la zona en la que se encontró era uno de los asentamientos humanos más antiguos jamás descubiertos en América del Norte.
La tradición oral de los heiltsuk, un grupo aborigen asentado en la costa central de Columbia Británica, cuenta sobre una franja costera que no se congeló durante la edad de hielo, convirtiéndose en un lugar de refugio para los primeros habitantes del territorio. El reciente descubrimiento arqueológico evidencia la antigua presencia humana en el área.
El hallazgo también tiene implicaciones más amplias para la historia de la humanidad: podría cambiar de manera significativa nuestra comprensión de los patrones de migración humana en la antigüedad. La historia tradicional de la llegada del hombre a las Américas postula que hace unos 13.000 años, personas de la Edad de Piedra se trasladaron a través de un puente terrestre que conectaba Siberia con Alaska.
Pero los últimos estudios sugieren que la ruta no contenía suficientes recursos para que los primeros inmigrantes pudieran llevar a cabo dicha migración con éxito. Según algunos investigadores, los humanos ingresaron a América del Norte a través de la costa.
Alisha Gauvreau, estudiante de doctorado en la Universidad de Victoria, afirmó en una entrevista con CBC que el antiguo asentamiento en la isla Triquet “realmente proporciona evidencia adicional” a esta teoría. “Los arqueólogos pensaron durante mucho tiempo que la costa era completamente inhabitable cuando quedó evidenciado claramente que no es el caso”, explicó la arqueóloga.