Ex trabajador agrícola de origen guatemalteco intentará llevar a los Tribunales Laborales, a la empresa canadiense SAVOURA.
El litigio Noé Arteaga– SAVOURA, muestra con claridad que las leyes laborales en Canadá, dejan en la indefensión a los trabajadores agrícolas temporales, favoreciendo al empleador.
Contrariamente a un caso reciente en Ontario, en el que dos mexicanas serán indemnizadas por orden de un tribunal de Derechos Humanos, en el caso de Noé Arteaga, campesino guatemalteco que ganó un litigio contra la empresa agrícola SAVOURA, aún no se ha hecho justicia ya que el ex trabajador agrícola se encontraba en la negociación (QUANTUN) desde el 11 de diciembre 2014, para que la empresa le resarciera daños por discriminación, pero el 26 de febrero de este año, SAVOURA se declaró bajo la ley de protección de Quiebras, convirtiéndose así en un acreedor no garantizado y según las leyes canadienses, las empresas que están en quiebra están eximidas de pagar sus adeudos a quiénes no son garantizados. Aviso de banca rota (quiebra) 29-04-2015.
El hecho de que SAVOURA se haya declarado en quiebra impide la aplicación del fallo del tribunal de Quebec, quien tras 6 años de lucha por parte de Noé Arteaga dictaminó que esta empresa, especializada en el cultivo de tomates, violó los artículos 10 y 16 de la Carta Estatuaria de Derechos y libertades de Quebec, determinando su responsabilidad por discriminación étnica. Además el tribual ordenó en su fallo el cese inmediato de este tipo de prácticas violatorias a los derechos laborales.
ANTECEDENTES
Los Programas para Trabajadores Extranjeros Temporales comenzaron en 1973 y grandes cambios se realizaron durante los últimos 40 años para traer trabajadores migrantes poco calificados.
Defensores de derechos laborales, así como investigadores, consideran a este tipo de programa como una forma sistémica de procurar fuerza laboral racializada. El Programa de Trabajadores Agrícolas está compuesto en su mayoría por trabajadores de países de como México y Guatemala. Noé Arteaga, quien desde niño trabajó la tierra en su pueblo natal, en Guatemala, llegó a Montreal, Canadá, un 11 de abril de 2008, junto con más de 80 trabajadores centroamericanos que, como él, formaban parte del Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAT), auspiciado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Fundación de Reclutamiento de Mano de Obra Extranjera (FERME). Como parte del programa, Noé Arteaga y sus colegas fueron ubicados en diferentes fincas a lo largo y ancho de Quebec, donde además de tomates, cultivarían lechugas y todo tipo de vegetales.
Noé Arteaga cultivaba tomates en un inmenso invernadero de Saint-Étienne Des-Grès. Las expectativas eran enormes y los sueldos impensables, de obtener en sus países. “Lo que ganábamos en una hora de trabajo correspondía a una semana en Guatemala”, dice Noé Arteaga “Esa es otra razón por la que los trabajadores migrantes prefieren callarse y no denunciar los abusos de los que son víctimas”, agrega.
Noé Arteaga sufrió -al igual que sus compañeros- innumerables violaciones a sus derechos humanos laborales, tales como: falta de atención médica oportuna, sindicalización deficiente, capacitación escasa para el tratamiento de químicos, incomunicación con sus familias y con el exterior, un promedio de 80 horas laborales a la semana con descansos mínimos, así como todo tipo de amenazas entre las que están el despido y la deportación. Se les prohibía, además, aprender francés y hacer amistades locales.
Para Organizaciones como el Centro de Trabajadores Inmigrantes, lo vivido por Noé Arteaga es una clara muestra de cómo estos programas están provocando el crecimiento y la naturalización del trabajo precario y esclavo, así como el incremento de la dependencia de los trabajadores migrantes respecto del control que pueden ejercer sus empleadores canadienses.
Cuatro meses después de haber llegado y luego de escribir varios correos contando la problemática al Consulado de Guatemala, sin obtener respuesta, Noé Arteaga fue despedido el 6 de agosto de 2008 por exigir derechos tan básicos como un debido descanso ante el incremento de horas de trabajo en el verano, así como luz para no trabajar en la oscuridad. El Consulado de Guatemala intervino para pedirle a Noé Arteaga que hiciera sus maletas y tramitara su vuelo de regreso a Guatemala, con un costo de 900 dólares que fueron descontados al trabajador.
Dos meses después Noé Arteaga decidió regresar a Montreal para denunciar los abusos de los que fue víctima. Con el fallo del tribunal a su favor, Noé Arteaga y el Centro de Trabajadores Inmigrantes, han objeto, denunciado no sólo a SAVOURA, sino a muchas empresas que siguen violando los derechos de miles de trabajadores temporales inmigrantes, además de las terribles condiciones precarias en las que viven los trabajadores inmigrantes.
Desde su regreso Noé Arteaga no ha descansado un solo día para exigir justicia en su caso y también para trabajadores que, como él, se acercan al Centro de Trabajadores y Trabajadoras Inmigrantes (CTI) para ser asesorados; y para buscar el respeto de sus derechos laborales, sobre todo, a partir de la aprobación del Proyecto de ley 8 que prohíbe la sindicalización a todos los trabajadores agrícolas temporales, un derecho reconocido para los canadienses pero no para los trabajadores extranjeros temporales. La declaración de “quiebra” de SAVOURA y el no reconocimiento de esta empresa del fallo a favor de Noé Arteaga ha generado indignación en las organizaciones que defienden los derechos de trabajadores y trabajadoras migrantes. Pese a esta noticia y a la desilusión de un triunfo que podría valorarse sólo como un precedente en la lucha de los derechos laborales, Noé Arteaga está decidido a no dejar el caso y seguir luchando porque el fallo por racismo sea pagado, ya que en esta lucha Noé Arteaga no sólo ha visto afectada su salud, su vida personal, sino también su economía.
Hasta la fecha, sólo la OIM Guatemala devolvió 4.000.00 Quetzales (500$ Canadienses) que tenía como prueba de garantía de regreso de los trabajadores temporales al país centroamericano. Es por eso que Noé Arteaga tratará de tener una audiencia con el Ministro de Trabajo de la Provincia de Quebec y también hará una recaudación de fondos para poder llevar a la Corte de Suprema de Quebec a la empresa SAVOURA y así empezar el juicio hacia la indemnización.
El Centro de Trabajadores Inmigrantes (CTI) de Montreal que ha acompañado a Noé Arteaga durante toda su lucha aprovecha la oportunidad para hacer un llamado de toda la comunidad a que lo apoyen en su causa, porque los gastos jurídicos serán enormes. Desde el CTI piden que colaboren de diferentes formas, como donando en línea a través de la Campaña Indiegogo