Los yacimientos petrolíferos de las arenas bituminosas de Canadá son una de las mayores fuentes de aerosoles orgánicos secundarios (AOS), un peligroso contaminante, en Norteamérica, según un estudio dado a conocer hoy.
El estudio, realizado por el Ministerio de Medio Ambiente de Canadá, indica que los yacimientos de las arenas bituminosas, unas de las principales reservas de petróleo del mundo, generan entre 45 y 84 toneladas de AOS al día, equivalente a las emisiones de una ciudad de más de cuatro millones de personas.
El principal autor del estudio, que fue publicado hoy en la revista Nature, John Liggio, indicó que este ámbito de emisiones colocan a los yacimientos petrolíferos canadienses entre las 10 principales fuentes de AOS en Norteamérica.
Los aerosoles orgánicos secundarios forman lo que se denomina como “materia particulada” en suspensión, que las autoridades médicas mundiales vinculan con enfermedades como asma, enfermedades cardiovasculares y cáncer de pulmón.
Aunque los yacimientos de las arenas bituminosas han estado en explotación desde hace más de un siglo, y son una de las principales actividades económicas del país, es la primera vez que un estudio analiza las emisiones de productos contaminantes producidos de forma indirecta.
El estudio fue parte de una proyecto de control medioambiental iniciado en 2012. Los datos de emisiones de AOS se recopilaron en 2013 aunque sus resultados no se han conocido hasta ahora.
La publicación del estudio coincide con la pérdida de poder a finales de 2015 del Partido Conservador del ex primer ministro Stephen Harper.
El Gobierno de Harper prohibió a los científicos canadienses que trabajaban en organismos públicos dar a conocer los resultados de sus investigaciones. En 2011, Harper también sacó a Canadá del Protocolo de Kioto, el único país que había ratificado el acuerdo que renunció al tratado.
Entonces, Harper justificó la decisión para poder desarrollar sin límites los yacimientos de las arenas bituminosas, situados en la provincia de Alberta, por considerarlos fundamentales para el crecimiento económico de Canadá.
Con anterioridad, Harper había declarado el Protocolo de Kioto como una “confabulación socialista” para transferir riqueza de los países occidentales a los países en desarrollo.
Fuente EFE