Un trabajo analiza el impacto de esta actividad deportiva en la población de estos animales en el parque nacional de Gaspésie, en Canadá.
El caribú, la subespecie americana del reno que tanto trabajo ha tenido en estas pasadas fechas acompañando a Papá Noel, se enfrenta a hora a una nueva amenaza más allá del cambio climático que está acechando a muchos otros animales invernales. Según un estudio publicado en la revista Biological Conservation estos entrañables animales están amenazados por un sorprendente motivo: el aumento de la práctica de esquí de fondo.
El trabajo sólo ha analizado a un grupo de estos animales. En concreto, los autores han observado a los Rangifer tarandus caribou, que viven plácidamente en la cima de las montañas nevadas del parque nacional, cerca del nacimiento del río St. Lawrence en Canadá, en el sur de la provincia de Quebec.
En los últimos 30 años, la población de estos renos ha disminuido un 30% y sólo quedan 70 ejemplares. Hasta ahora, las causas que explicaban esto eran convencionales: la presencia de más depredadores como coyotes y osos negros, y el aumento de ciervos y alces que hacían más difícil competir por la comida.
Pero mientras todas estas especies conviven en relativa armonía con los seres humanos que se animan a desplazarse a este parque, no es el caso de los caribú. Según el estudio, la presencia de sólo seis esquiadores en la cima fue suficiente para que los animales descendieran a cotas más bajas de las habituales, donde tienen un mayor riesgo de encontrarse con sus enemigos los coyotes.