El calentamiento global provocó el colapso de la última plataforma de hielo que tenía Canadá. Milne, de 4 000 años de antigüedad, se fracturó para formar varios icebergs, dos de ellos de gran tamaño que comenzaron a alejarse a la deriva.
Ubicada en la isla de Ellesmere, en el extremo norte del país, la plataforma tenía una superficie ondulada de 187 kilómetros cuadrados, atravesada por agua de color azul. Sin embargo, ahora quedó reducida a solamente 106 kilómetros cuadrados.
Adrienne White, especialista del Servicio Canadiense de Hielos, comentó que el quiebre debió haber ocurrido entre el 30 y el 31 de julio y que las fotos satelitales mostraban que el 43% de la plataforma se había roto.
El nuevo panorama muestra dos gigantes icebergs, el mayor de los cuales tiene 55 kilómetros cuadrados y 11,5 kilómetros de largo, casi el tamaño de la isla de Manhattan (Nueva York, EE.UU.). El grosor de ambos es de entre 70 y 80 metros.
“Es un enorme bloque de hielo. Si uno de ellos se mueve hacia una plataforma petrolera, no hay nada que realmente se pueda hacer más allá de mover la plataforma”, expresó White.
La mayor marca del calentamiento global
El quiebre de Milne tuvo su origen en el aumento de las temperaturas en la zona, ya que entre mayo y agosto la región fue 5 grados más cálida que el promedio registrado entre 1980 y 2010.
“Esta drástica disminución de las plataformas de hielo está claramente relacionada con el cambio climático”, afirmó Luke Copland, profesor de Glaciología de la Universidad de Ottawa, quien explicó que estas plataformas tienen cientos de miles de años, mayor grosor que el hielo marino de largo plazo, pero no son tan grandes ni tan antiguas como los glaciares.
La situación es particularmente complicada en el Ártico, ya que “la región se ha estado calentando dos o tres veces el promedio del resto del planeta”, agregó. Por eso, advirtió: “Milne y otras plataformas de hielo en Canadá simplemente no son viables y desaparecerán en las próximas décadas”.
En ese sentido, recordó que para el 2005 había seis plataformas de hielo en la región, pero Milne era la última “completa”. Mientras, Copland concluyó: “No hay muchas plataformas de hielo en el Ártico. Parece que hemos perdido casi todas en el norte de Groenlandia y el Ártico ruso. Puede haber unas pocas en algunos fiordos protegidos”.