Según un reportaje de Radio Canadá, una enfermera que llegó de Paraguay en 2001 dice que nunca se las arregló para encontrar un trabajo en su campo luego de llegar a Canadá. Rufina Funk, quien vive en Winnipeg, dice que envió más de 150 solicitudes de empleo en 10 años, sin éxito. Mientras tanto, ella trabaja como empleada doméstica.
“Mientras voy a limpiar casas, sigo esperando tener el trabajo que yo quiero”, dijo.
La mujer explicó que creía que su formación en Paraguay sería transferible a Canadá. Pero después de gastar más de 8.000 dólares en traducciones, solicitudes de trabajo y evaluaciones, dice que está a punto de abandonar sus esfuerzos.
“Hay días en que no sé por qué estoy aquí. Pero sé que lo hago por mis hijos. “- Rufina Funk
La enfermera de formación, hoy ciudadana canadiense, dijo que también siguió cursos de inglés desde que llegó y que trató de encontrar la equivalencia canadiense de los títulos y competencias obtenidas en el país de origen.
El 6 de agosto, el gobierno de la provincia de Manitoba anunció que invertirá 3 millones de dólares para ayudar al reconocimiento de las cualificaciones obtenidas en el extranjero, y para poner a los empleados en relación con posibles empleadores.
Fuente: RCI