GUATEMALA.- Cerca de 400 personas manifestaron en una carretera del oeste de Guatemala para expresar su apoyo a Juan Alberto Ortíz López, quien fue capturado en la víspera a pedido de autoridades de Estados Unidos en donde es considerado por la justicia como el narcotraficante activo más importante en el país.
El vocero de la Policía Donald González informó que la manifestación fue pacífica y se realizó durante unas tres horas en el cruce carretero conocido como La Estancia de la Virgen, a unos 250 kilómetros al oeste de la capital, en una región que era considerada como el bastión de las operaciones del sospechoso.
Las personas que participaron en la manifestación desplegaron pancartas con mensajes exigiendo la libertad de Ortíz López, a quien catalogan como una persona que ha ayudado a sus comunidades.
Juan Pablo Méndez, uno de los participantes en la manifestación, declaró a Emisoras Unidas que la detención de Ortíz López causó “repudio, (porque) al señor lo han molestado en sus propiedades y nunca le han encontrado nada, quisiéramos saber de qué lo acusan y si hay pruebas contra él”.
“El creó fuentes de trabajo en su finca y sus empresas, hay muchas familias que dependen de él, gente de campo, empresas de cable que tiene. Lo que el gobierno no hace, él lo hace: crea fuentes de trabajo”, añadió.
David Martínez-Amador, profesor de un curso sobre crimen organizado en varias universidades guatemaltecas, explicó que mucho del apoyo que reciben los “narcos buenos” se debe a que la presencia estatal no cubre las necesidades de la gente y ellos sí.
“Con la aprensión de Ortiz se fueron fuentes de trabajo, es lógico el apoyo” consideró Martínez-Amador.
Pero a esto cabe agregar otro componente crucial y es que ante las autoridades guatemaltecas, Ortíz López no tenía pendiente ningún proceso judicial.
De hecho, aunque Estados Unidos lo consideraba el más importante narcotraficante guatemalteco activo, el fiscal contra el narcotráfico Leonel Ruiz confirmó que ni Ortíz López ni otros supuestos narcotraficantes de relevancia que han sido arrestados en los últimos años y fueron o están en proceso para ser extraditados a Estados Unidos, tenían causas judiciales iniciadas en el país.
En el caso de Mauro Salomón Ramírez Barrios, supuesto lugarteniente de Ortíz López, capturado en octubre de 2010, “hay investigaciones abiertas pero sin individualizarlo, no hay orden de captura contra él por el delito de narcotráfico” dijo Ruiz.
La fiscalía contra el lavado de dinero sí tiene por lo menos dos procesos iniciados contra Ramírez por ese delito, indicó el fiscal.
Algo similar ocurrió con Mario Paredes, alias “El Gordo Paredes”, capturado en 2008 y sentenciado a 31 años de prisión por una Corte de New York.
Paredes fue acusado de dirigir un grupo de narcotraficantes que entre 1998 y 2005, importó grandes cantidades de droga a Estados Unidos, pero tampoco era investigado abiertamente por la fiscalía contra el narcotráfico de Guatemala.
El fiscal dijo que aunque se tiene información de entes de inteligencia sobre posibles actividades del narcotráfico, ninguna de esas agencias ha individualizado a los sospechosos. Tampoco hay denuncias de ciudadanos ni investigaciones abiertas de oficio por parte de la fiscalía contra estos sindicados.
“El estado de Guatemala sí tiene la mayor voluntad de hacer efectivas las aprehensiones y darles cumplimiento a las solicitudes de los Estados Unidos. Entendemos que ellos tiene más elementos de juicio para pedir dichas ordenes” explicó.
Martínez-Amador opinó que la falta de procesos judiciales contra narcotraficantes muestra el desinterés del Estado en el tema y la falta de políticas para combatir abierta y frontalmente el crimen organizado.
“Con las capturas no sale ganando el estado (guatemalteco) porque la lógica es que la justicia de Estados Unidos se lleva al sujeto y la mayor cantidad de información se le exprime, pero se queda en manos de los jueces de Estados Unidos”, explicó el profesor.
Además, estimó que tras la extradición de un capo, las estructuras criminales simplemente se reacomodan, no desaparecen.
