Continuamos nuestra aventura en busca de los tesoros de Canadá y esta vez nos paramos en el estado de Alberta. Allí, al pie de las montañas Rocosas, se halla el lago “Abraham”, uno de los lugares más curiosos del planeta.
Se trata de un lago artificial creado en 1972 en la parte norte del río Saskatchewan, junto con la presa de Bighorn y que ocupa una superficie de 53 kilómetros cuadrados y una longitud de más de 30 kilómetros. Se sitúa en un enclave único, rodeado de algunos de los grandes picos nevados de las Rocosas.
Sin embargo lo que le hace verdaderamente único no es dónde está ubicado, sino un fenómeno que se produce en su superficie, un fenómeno casi mágico y que ha captado la atención de muchos objetivos, en busca de la fotografía perfecta.
(…) Yo amo los mundo sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón. (…)
Justamente así, como las describía el poeta Antonio Machado, ingrávidas en el lago encontramos pompas, cientos de burbujas que nos atrapan con su misterio y que nos hacen pensar en medusas aprisionados bajo la heladora superficie del agua.
Sin embargo hay una explicación científica para tan curioso fenómeno. En el fondo del lago habitan unas plantas que desprenden gas metano, un gas que se va congelando según va ascendiendo hacia la superficie del lago y que crea estas burbujas congeladas, que quedan atrapadas en el lago sin poder salir al exterior.
Caminar por la superficie del lago cuando se encuentra helado es toda una aventura para los más atrevidos ya que, según cuentan, el lago no acumula una capa de nieve como ocurre en otros lugares y al caminar se ven todas las pompas, grietas y profundidades del lago, lo que puede resultar algo aterrador. Además en ocasiones se escuchan las grietas quebrarse y el oscuro retumbar de las profundidades
Durante el invierno el lago se haya congelado, ya que la temperatura exterior puede llegar a los -30º C. Sin embargo el lago no siempre se encuentra helado, con la llegada del calor ofrece un aspecto muy diferente, reflejándose en su tranquila superficie las cumbres que le rodean.
El nombre del lago Abraham se eligió a raíz de un concurso entre jóvenes estudiantes, pidiendo que se escogiese un nombre histórico, relacionado con el lugar. Finalmente el lago tomó su nombre de Silas Abraham, un habitante del norte del río Saskatchewen en el siglo XIX.
Para aquellos que os animéis a visitar este increíble lugar, ya sea en invierno o en verano, existe una carretera que bordea prácticamente todo el lago por uno de sus lados, permitiendo un sencillo acceso a la orilla.