-- Article Top Advertisement --
Al despertar me di cuenta que estaba atado en una silla, una luz iluminaba por encima de mi cabeza es lo que alumbra lo que parece ser una habitación, mi vista no es muy buena, no lograba ver con claridad, me dolía la cabeza y parte del cuerpo, parece que fui golpeado y mis sentidos seguían sin estar óptimos.
Escuché ruidos, unos sonidos un tanto extraños, podría afirmar que era una persona pesada caminando y a su vez arrastrando unas cadenas, todo me es confuso pero al oír ese sonido el temor me recorre, se adueña de mí pero en frente hay una puerta, solo lograba pensar en cómo quitarme la cuerda que sujeta mis manos para así escapar.
Me movía incesantemente, la silla en donde estaba sentado tambaleaba pero no logré que esta cayera, parecía una misión imposible, me estaba desesperando y entre un par de lágrimas, escucho una voz.
-“Deja de forzar los amarres, te harás daño, estás perdido y tu condena pronto llegará.” En medio de la oscuridad salió el conserje que en mano derecha tenía un cuchillo.
-“¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué me hacen esto?” Pregunté desesperado.
-“Es tu condena por haberte metido con Lucas ¿Crees que eres el único que intenta resolver el misterio del departamento 215? Así como tú han venido 14 personas más y todas han muerto, la diferencia es que la mujer muerta se te presentó a ti, tú eres la persona 15 que morirá antes de que Lucas pueda pagar su pacto con el diablo.” El conserje ríe al terminar de decirme eso, bajó la mirada, acarició su cuchillo y simplemente quedo mudo.
-“¿De qué pacto está hablando?” Confundido pregunto.
-“No averiguaste todo niño, hay historias que simplemente no deben de ser contadas, te la contaré por ser la última víctima. Lucas hizo un pacto con el diablo, los vicios lo envolvieron en una vida llena de mentiras, golpeaba a su mujer y a su hija cada vez que salía, se perdía en el alcohol y un día terminó por gastar todo, él y su familia llegaron a este edificio por apoyo del gobierno, Lucas en varias ocasiones tuvo acercamientos satánicos ofreciendo su alma a cambio de “riqueza” se le concedió pero debía entregar su alma y jamás lo hizo así que el “señor de las tinieblas” lo obligó a pagar, nunca se supo el motivo del incendio de este edifico, fue a causa de un ente maligno, la mujer de Lucas murió, éste creyó que su deuda estaba terminada pero no fue así, durante años, el mal persiguió a Lucas al punto de llevarlo a la locura, cada noche en el manicomio era como si pudiera tocar a la muerte, eran noches horribles para él hasta que los entes negociaron y le dijeron que ya no deseaban verlo sufrir, eso les había aburrido, querían muerte así que era el momento de que se fuera, Lucas había aceptado esa orden pero los entes al ver que más que hacerlo sufrir lo estaban premiando, decidieron que la única manera de saldar su cuenta era matando a la familia de su hija. Está claro que lo hizo pero no resistió la muerte de su hija ya que no la mató, ella se mató, al borde de la locura quedó y sin más decidió encajarse un cuchillo al igual que su hija.
Hay poderes en el universo que no se pueden explicar, esa noche Lucas se tumbó encima de su hija con la frase de: “Atrás de ti” pero no murió, ese no era su destino, tuvo un sueño con el mal, el “Señor tenebroso” lo visitó aquella noche y le dijo que su hija ardería en el infierno por su culpa pero si no quería que eso pasara, debía matar a 15 personas para que todos descansaran, a la fecha, Lucas sigue matando pero eres la última persona y tienes mi respeto por eso, la chica inocente se comunicó contigo ya que eres un ser de luz.” La mirada del conserje cambió, se levantó de la silla y se perdió en la oscuridad, su historia me había parecido realmente terrorífica, no puedo juzgar aunque todo estaba mal y sin notarlo, pude quitarme las cuerdas, corro directo a la puerta y antes de abrirla dije:
-“En todo esto ¿Dónde queda usted? ¿Por qué se prestó a ayuda a Lucas?”
-“Yo soy el mal, la rencarnación de las cosas malas, no existo, así como tú eres luz, yo soy oscuridad pero te he dejado libre, eres tú o Lucas, alguno de los dos seguirá siendo mi esclavo.” Las palabras del conserje me dejaron helado, en mi mente comenzaron a llegar miles de pensamientos, las luces se apagaron y las cadenas se escucharon más cerca.
Todo oscureció, Lucas abrió la puerta, lo vi con una fuerza que no era suya, alguien más había tomado su cuerpo, sabía que debía hacer pero no lo hice, no corrí, solo esperé.
Lucas en un arrebato se me dejó ir, tomó el cuchillo y justo cuando estaba encima de mí dijo: “Perdóname, lo tengo que hacer, no tengo elección” Lo miré a los ojos y vi a un hombre arrepentido, un hombre que había perdido todo, atrás de él su hija, así que con ambas manos agarré el cuchillo y juntos lo clavamos en mi pecho “Lo sé, ahora yo tengo tu condena.”
Con esto termina la novela: “El Departamento 215” agradezco a Montreal Quebec Latino por la publicación del libro así como a todo su equipo de trabajo.
Es mi primera historia de terror y el recibimiento fue muy agradable, todo se lo debo a la gente que por varias semanas estuvieron leyendo los fragmentos, es una nueva manera de incursionar en la lectura.
Gracias a todos, con cariño: Mario Revilla.
-- Article bottom Advertisement --