En mi casa nunca se celebró Halloween. De hecho, no es una tradición venezolana, aunque ciertamente muchos se adueñen de esta costumbre para tener una excusa que les permita celebrar. Por ello, no es raro que en mi país algunos aprovechen los últimos días de octubre para desempolvar sus trillados disfraces de vampiros y brujas, y salgan por ahí a asustar.
En Venezuela, le decimos “auyama” a la calabaza; y en vez de “hacerle” ojos y boca, nosotros la troceamos y hervimos para prepararla en crema, una de las formas más populares de consumirla. Sin embargo, en otros lugares es común vaciar este alimento por completo para darle un aspecto tenebroso. Pero ¿qué pasa con la pulpa y las semillas?, ¿para donde terminan yendo? Muchas veces a la basura; algo imperdonable si tomamos en cuenta los beneficios de esta poderosa hortaliza.
Las semillas de este alimento no sólo son deliciosas, sino que además resultan muy nutritivas. Solo debemos secarlas y tostarlas para consumirlas directamente o esparcidas sobre ensaladas. Estas “pipas”, como comúnmente son conocidas, están repletas de vitaminas y minerales, y contienen mucha fibra. Además, parecen tener un efecto antiinflamatorio y son efectivas para reducir el azúcar en la sangre, pues ayudan a regular la insulina.
También influyen de manera positiva en la salud de la próstata: su alto contenido en zinc resulta eficaz contra el agrandamiento de esta glándula. Y por si esto fuera poco, son ricas en triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, que no solo nos mantiene contentos, sino que además ayuda a combatir el insomnio
Por otra parte, en la pulpa de esta baya encontramos muchos minerales y diferentes vitaminas. Algunas de las más importantes son la vitamina A, importante para la salud de la vista; la vitamina C, esencial para el fortalecimiento del sistema inmunológico; y la vitamina E, fundamental para el cuidado de nuestra piel y cabello.
La auyama, también nos permite desintoxicar el organismo; y el betacaroteno que contiene, sirve para proteger nuestra piel de los rayos ultravioletas, evitando la aparición de las terribles arrugas. Además, tiene pocas calorías, por lo que puede ser una buena opción para incluir en las dietas para adelgazar.
Es un alimento que no tiene desperdicio: es rico en fibra, lo que nos permite combatir el estreñimiento; y bajo en sodio y alto en potasio, minerales que ayudan a regular la tensión. Además, es un diurético estupendo que evita la retención de líquidos. Y su consumo regular mejora la circulación de la sangre, ya que desinflama las venas.
La auyama es muy versátil: la podemos preparar en sopas y cremas, pero también en guisos, batidos, panquecas y tortas. Se puede cocinar de muchas formas: hervida, al horno, asada y hasta frita, cortándola en pequeños bastones como hacemos con las papas. Incluso podemos consumirla cruda, rallada en ensaladas.
Aprovecha estas fiestas no solo para celebrar la tradicional Noche de Brujas, sino para beneficiar tu organismo con las poderosas calabazas. Comiénzalas a incluir en tu dieta diaria. Amarás su delicioso sabor, y tu cuerpo te lo agradecerá enormemente. ¡No tienes excusas!, en estos momentos están por todas partes.