Canadá Post, el “Correos” nacional de Canadá, está reivindicando el poder utilizar drones mensajeros para repartir paquetes, aunque lo está haciendo de una manera que no está gustando nada a la gente: según ellos, los drones “no se tuercen el tobillo, no se cansan, pueden trabajar 24×7 y no crean sindicatos”.
Éstas afirmaciones han escocido bastante en el mercado laboral, pues Canadá Post abiertamente está planteándose el uso de drones mensajeros para sustituir a parte de sus trabajadores, impulsando el debate del efecto que podría tener la utilización de robots en el mercado laboral. Google y Amazon ya intentaron ésto en el pasado y no recibieron más que negativas, por lo que Canadá Post, con el agravante de éstas afirmaciones, parece tener un futuro oscuro al respecto.
Pues según Graham Scott, editor de Canadian Business es todo lo contrario. Éste periodista ve claro el futuro de los drones en el mercado de la mensajería rápida, y ha afirmado que “he estado investigando, y el pasado año fiscal poco más del 70% de los gastos de Canadá Post fueron los gastos laborales de sus empleados. Es normal que estén buscando otras alternativas como los drones mensajeros”.
Está claro que un drone mensajero puede realizar el trabajo más rápido que un repartidor de carne y hueso, pero incluso aunque les concedieran la licencia para utilizarlos para fines comerciales, tienen un alcance limitado, solo pueden llevar un paquete por recorrido (lo que no es muy práctico) y al fin y al cabo tienen que estar operados por un ser humano, al menos de momento no pueden funcionar de manera autónoma (si, hay drones que se pueden programar por GPS, pero de momento la ley impide utilizarlos para fines comerciales de esa manera).