Agricultores canadienses de la isla del Príncipe Eduardo en el golfo de San Lorenzo están luchando contra un brote de “terrorismo alimentario” desde octubre pasado. Ahora han ofrecido una recompensa de 400.000 dólares estadounidenses para obtener cualquier información útil que pueda ayudar a encontrar a los responsables de injerir alfileres y clavos en las patatas cultivadas en el lugar.
“Es terrorismo alimentario. Las personas que hacen esto son cobardes, (…) son personas muy malas”, dijo el agricultor local, Alex Docherty, citado por el diario ‘The Guardian’.
En octubre pasado, agujas en papas provenientes de la conocida granja Linkletter de la isla fueron encontradas en las tiendas de comestibles en cuatro provincias diferentes del país norteamericano. Como consecuencia, la producción en la granja se detuvo de inmediato.
Los saboteadores han tenido un gran impacto en la economía local, donde el cultivo y el procesamiento de los tubérculos es una industria estimada en miles de millones de dólares.
“Queremos que los cobardes sean capturados y tratados con todo el rigor de la ley”, dice Docherty, presidente del Consejo de Patata de la isla del Príncipe Eduardo.
Por su parte, las autoridades locales han propuesto destinar dos millones de dólares para ayudar a los agricultores y procesadores de la isla a equipar sus operaciones con detectores de metales y “mantener la confianza del consumidor en los productos de clase mundial”.
Fuente: RT
Foto: Reuters