Este miércoles, la Corte Suprema de Canadá se pronunció en contra de permitir una oración católica en el inicio de las sesiones del Concejo Municipal de la ciudad de Saguenay, ubicada al norte de Quebec.
En un fallo unánime, la corte ordenó que en la ciudad de Saguenay se deben dejar de recitar rezos dentro de las cámaras municipales, y se deben pagar las costas procesales al ciudadano Alain Simoneau, quien peleó por sus derechos como ateo, presentando una queja que lo enzarzó en un largo y costoso proceso legal, el cual se inició en 2006, llegando hasta el máximo tribunal del país.
El principal derrotado es Jean Tremblay, alcalde de Saguenay, quien como devoto católico abría todas las reuniones del concejo con una oración.
“Yo pienso que la Asamblea Nacional no es la Asamblea Católica”, dijo Luc Alarie, abogado que representó a Simoneau y al Movimiento Secular de Quebec en la corte. “Queda al vocero asegurar el carácter neutral de la Asamblea Nacional”, añadió Alarie.
Finalmente fue tomada la decisión por parte de los magistrados, rechazando el reglamento que había sido aprobado por el alcalde, que legalizaba la oración dentro de las cámaras de Saguenay.
El dictamen afirma que los gobiernos deben permanecer neutrales en cuanto a la religión. La oración católica “excluye” a los ciudadanos practicantes de otras creencias, o que no tienen ninguna religión, falló el Supremo.
“En razón de la obligación que existe de proteger la libertad de conciencia y de religión de cada individuo, el Estado no puede utilizar sus poderes de una manera de favorecer la participación de ciertos creyentes o no creyentes en la vida pública, en detrimento de los otros”, indica el texto del máximo tribunal canadiense.
La Corte obliga a la alcaldía de Saguenay a pagar a Simoneau más de US$30.000, en compensación por daños y tiempo dedicado a esta batalla legal que se inició en la Comisión de Derechos de la Persona de Quebec.
Por otro lado, la Corte señaló que el alcalde Tremblay demostró sus verdaderas intenciones cuando declaró durante la batalla legal: “Estoy en esta pelea porque adoro a Cristo. Quiero ir al cielo y esta es la batalla más noble que he tenido en mi vida”.
Tremblay se ha negado a hablar con los medios desde el fallo de la Corte, y afirmó que se pronunciará en los próximos días.