El nuevo puente tiene que estar listo en diciembre de 2018, mientras que el resto de las infraestructuras deberán culminar a lo largo del año 2019.
En concreto, el contrato abarca el diseño, financiación, construcción, y la posterior explotación, mantenimiento y cobro de peaje durante treinta años del nuevo puente. Además, incluye obras de mejora de los tramos de la autopista A-15 adyacentes al mismo.
Por el proyecto competían otros dos grupos de empresas, uno integrado por las también españolas Acciona y OHL, y el otro conformado por el grupo australiano Macquarie y la firma austriaca Skanska.
ACS se ha hecho con este nuevo contrato a través de un consorcio que controla al 50% a través de sus filiales Dragados y Hochtief, y que completan la firma local SNC Lavalin.
Con este proyecto, el grupo que preside Florentino Pérez refuerza la destacada presencia con que ya cuenta en el mercado norteamericano, estratégico para la compañía y en el que tiene negocios de construcción y de concesiones.
El puente a reemplazar, que data de 1962, está considerado como uno de los de mayor tráfico de Canadá, con un tránsito de unos 40 millones de vehículos al año, lo que lo convierte una de las rutas más relevantes para la economía canadiense y uno de los principales accesos a la isla de Montreal.
La infraestructura, de 3,4 kilómetros de longitud, sustituirá al actual puente Champlain, que une Montreal y Brossard cruzando el río San Lorenzo, en las proximidades de la frontera con Estados Unidos.
El grupo constructor ACS se ha adjudicado el contrato de construcción y posterior explotación del nuevo puente de St. Lawrence de Montreal, en Canadá, un proyecto de 1.850 millones de euros considerado como el de mayor envergadura actualmente en marcha en Norteamérica, según informó el grupo.