El ser humano siempre ha sentido la necesidad de expresarse. Ya en la prehistoria había empezado a comunicar.
La historia de México. Mural de Diego Rivera – parte derecha.
Con el tiempo, el hombre desarrolló otros medios de comunicación, otros modos de expresión. Aun siendo limitado por circunstancias políticas, históricas o sociales, siguió comunicando. Pensemos en los romances que, durante la Edad Media, recitaban de memoria los pocos intelectuales de la sociedad, educando así una población en gran mayoría analfabeta. La Capoeira, este baile inventado por los esclavos para esconder otro arte de defensa, es otro ejemplo del genio del ser humano en cuanto a la comunicación.
Pero hay un modo de comunicación que es increíblemente rico y que nos habla, más que todo, de la historia de la humanidad a través del tiempo. Por eso es quizás uno de los más importantes. Es el arte.
Cuando se habla de arte se habla de todo lo que se ha hecho como expresión artística desde siempre. ¿Quién negará que en esto no resida un tesoro de ingeniosidad antropológico? Hoy más que siempre, con la omnipresencia de las tecnologías, de la ciencia y de todo lo “racional” en la sociedad, hay que acordarse del papel del arte en nuestra vida.
Aquí también quiero que resalte la idea que el arte, más que un comercio, aún más que un modo de expresión, es un modo de vivir. Un verdadero romántico, decía Espronceda, es romántico en toda su vida. Es romántico en su forma de hablar, de amar y hasta de respirar. Con el arte pasa lo mismo. El arte siempre existió y siempre existirá porque al ser humano le es necesario para vivir. Mediante el arte entendemos la esencia de las cosas. El arte figurativo por ejemplo, por no “hablar” verbalmente, por quedarse en lo esencial, sin artificios inútiles, nos hace volver a la esencia más pura de las cosas. Un niño de dos años no entenderá un discurso sobre una pintura o una película, pero sí que entenderá el mensaje y los sentimientos vehiculados mediante la obra misma.
Desastre de la guerra nº 7. Que valor. Aguafuerte y aguatinta. 1810-1815.
Por eso considero que la expresión artística es esencial. El hombre está sometido en su vida cotidiana a leyes sociales, a modos de actuar y de vivir. Pero cuando llega en su cuarto, cuando deja salir su verdadero ser, eso es arte, eso es verdadera expresión. Cuando se expresa, el ser humano se libera.
Entonces, si dejamos de hacer arte, si nos dejamos llevar por esa ola que trata de orientarnos solamente hacia el consumo, el trabajo y la producción, ¿dónde y cuándo se expresará el hombre? Por eso me atrevo a esperar que siempre haya arte. Mientras haya hombres en la Tierra, habrá sentimientos. Y mientras haya sentimientos, habrá arte porque el arte ayuda al hombre a definirse, a identificarse. La expresión artística tradicional de una nación y su patrimonio artístico forman parte de su identidad. Todos necesitamos expresarnos y el arte permite difundir este mensaje identitario.
Que se trate de arte social, político o de expresión libre, el arte nos transmite un mensaje. Somos libres de aceptarlo o no, pero si entendemos el mensaje, el arte ya cumplió su papel. Esto se aplica particularmente al caso de la pintura, que es un medio artístico que todos pueden apreciar, al contrario de la literatura que hace poco era reservada a una minoría alfabetizada. Los murales de Diego Rivera cuentan la historia de México y la cuentan a todos. Pintando estos murales, Rivera hizo que la cultura y la historia de una nación entera sean accesibles a todos, que sean educados o no, que sepan leer o no.
Esto es el verdadero objetivo de la expresión artística: unir a un pueblo, a una nación, a un grupo. Unir a la humanidad bajo mensajes, ideas y opiniones, tan diferentes u opuestas que sean, pero así cada uno en el mundo puede encontrar el mensaje que le hable más…gracias al arte.
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Marion Bogos es estudiante en Estudios hispánicos en la Universidad de Montreal, se interesa en idiomas, culturas, artes y literatura hispanoamericanas y españolas. Ha viajado mucho y tiene una gran experiencia de trabajo. Escribe con el fin de informar a sus lectores sobre su campo de especialización y sobre su ciudad de origen, Montreal. |
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