Pasan los años,
pasan los gobiernos,
los radicales y los peronistas,
pasan veranos,
pasan inviernos,
quedan los artistas.
Pasan las crisis
y pasan las guerras,
pasa la prensa sensacionalista,
las prohibiciones,
las listas negras,
quedan los artistas.
Pasa la belleza y la juventud
los optimistas y los pesimistas,
pasan las pestes,
pasa la salud,
quedan los artistas.
Pasan los mecenas,
pasan los censores,
pasan hipócritas y moralistas,
tiempos peores y tiempos mejores,
quedan los artistas.
Si no fuera por Homero y por ese Partenón,
quién sabría algo de Grecia y su civilización.
Roma sigue siendo Roma aunque la quemó Nerón,
no habrá censura que pueda contra el Decamerón.
Hitler ocupó París y mucha gente temblaba
pero no pudo lograr que la Gioconda llorara.
La fuente de Lola Mora sigue tan desfachatada
y ni Franco consiguió que La Maja se tapara.
Por eso no le temo a las pasiones
ni a la vejez ni a los psicoanalistas
ni a los fracasos ni a las frustraciones
porque soy artista.
De veras que no sé si bueno o malo
ni más ni mucho menos que humorista
que ha recibido elogios y algún palo
como todo artista.
Y ustedes al venir me dan más fuerza
no habrá fantasma que se nos resista
ni crisis que nuestra senda tuerza
mientras ustedes cuiden a sus artistas.