El terrible accidente se originó por los fuertes vientos que sacudió la plataforma en la que estaban los trabajadores. Sin embargo, ingeniosa maniobra logró salvar a los individuos.
El brutal momento ocurrió en la ciudad de Edmonton, en Canadá. Dos jóvenes trabajaban limpiando vidrios de la Torre Stantec, un imponente edificio de 66 pisos de altura. Ambos ya estaban acostumbrados a la rutina en el aire, para muchos una labor muy arriesgada.
Limpiar vidrios puede sonar a un trabajo fácil de realizar, pero todo cambia cuando la actividad se realiza en las alturas. Un sujeto lo pudo comprobar luego de que, por causas climáticas, una fuerte corriente de aire desestabilizara la plataforma en la que estaban trabajando.
El fuerte viento desplazó por completo la base en la que los jóvenes se encontraban. Por unos momentos, la adrenalina se apoderó de los trabajadores y solo se concentraron en no caer al vacío, ya que posiblemente al caer desde esa altura significaría perder la vida en un santiamén.
Durante unos minutos vivieron el peor momento de sus vidas. El soporte se separó de la edificación y comenzó a tambalear de un lado a otro. Por los bruscos movimientos, la plataforma impactó contra los vidrios del rascacielos y destrozaron un gran número de cristales.
Uno de ellos logró sujetarse y pudo mantenerse a salvo, pero su compañero se llevó la peor parte. Rápidamente perdió el equilibrio y cayó al vacío, sin embargo, se salvó de morir por el equipo de seguridad que llevaba puesto. La fortuna estuvo de su lado, ya que un viento de mayor intensidad habría ocasionado que choque contra el edificio y termine herido de gravedad.
Los jóvenes fueron auxiliados a tiempo por los bomberos de la zona. Afortunadamente ninguno sufrió lesiones graves, pero luego de ser rescatados fueron llevados al hospital para un chequeo médico. A pesar que los expertos confirmaron que las rachas de viento podían superar los 100 kilómetros por hora, no hicieron caso al importante aviso.
Fuente: LR
