Un empleado de la Royal Canadian Mint (Casa Real de la Moneda de Canadá) fue acusado de contrabandear decenas de miles de dólares en oro escondiéndolo en… su recto.
Lester Lawrence fue acusado de transportar varias piezas de oro del tamaño de una galleta (un tamaño importante si te estás preguntado algo acerca de la logística física) llamadas “discos” y venderlas a un comprador de oro. Sus tratos presuntamente lo compensaron casi con 180.000 dólares en el transcurso de unos pocos meses.
El tribunal no tomará una decisión en el caso hasta noviembre, y es importante recordar que la defensa reclama que la Casa de Moneda ni siquiera está segura de cuánto de su oro desapareció.
Hasta ahora se ha tratado de seguir las posibles pistas a dondequiera -literalmente- que puedan llevar.
Fuente: CNN