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Desafortunadamente nuestros comentarios son lamentables sobre la situación cubana. Uno quisiera hacerlos en otra proyección pero realmente la situación real de nuestro país y la mala voluntad nacional de sus autoridades a no encaminar una solución nacional con derechos y deberes para todo el pueblo de Cuba obliga abordar las situaciones en los feos matices que tiene. Sería un crimen engañar a nuestro pueblo diciéndole que el gobierno de Raúl Castro esta dando profundos y serios pasos para superar las negras noches cubanas cuando las experiencias del día a día no transmiten ese deseo y necesidad popular.

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También es un crimen expresarle a nuestros compañeros de la disidencia y la naciente sociedad civil que estamos avanzando cuando no es así. Cuando se piensa qué Orlando Zapata Tamayo prefirió morir antes de ser doblegado por sus esbirros es muy triste y lamentable observar que el camino escogido por su familia en nombre de la memoria de su hijo haya sido irse de Cuba. El mejor monumento posible para ese hombre era el pedazo de tierra donde nació y por el que murió. Se le ha regalado en bandeja de plata a la dictadura cubana una importante victoria.

Por otra parte Guillermo Fariñas inicia otra huelga de hambre para que la dictadura reconozca a los asesinos del disidente Wilfredo Soto en Santa Clara y para que se ponga fin a los golpes y abusos que está dando la policía política de Cuba a los ciudadanos que discrepan cívicamente. Es cierto que a Guillermo Fariñas el pueblo cubano lo necesita mas vivo que muerto y ojala el comprenda esto. Personalmente estoy en contra de las huelgas de hambre y de las acciones violentas para resolver los problemas de ningún país.

Lo reitero: estoy en contra del sacrificio de Guillermo Fariñas y le ruego ponga fin a esa huelga de hambre, pero también estoy en contra de la crueldad del gobierno de Cuba y me pregunto porque no tienen el valor de permitir una seria y profunda investigación sobre las acusaciones hechas sobre la actuación de su seguridad del estado en Santa Clara.

¿Cuál es el dilema? Lo que sucede es que Guillermo Fariñas y sus compañeros nos preguntamos “¿Quién puede protegerte en Cuba, si el Estado manda y encubre a los miembros de sus órganos represores cuando atropellan y matan? Estamos en contra de las huelgas, pero también de la insensibilidad y complicidad de las autoridades del gobierno. ¿Que hacer entonces ¿A quién apelar para exigir justicia? ¿A los tribunales que reciben instrucciones del Consejo de estado? Y que son dirigidos y orientados por los líderes del único partido político de la isla y el mismo que amenaza públicamente a los que no comulgan con su ideología por sus medio de prensa. Ese es el dilema.

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