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Conocida como la “Texas de Canadá”, Alberta es la provincia petrolera por excelencia de este país. No por nada representa el 75% de la producción nacional de hidrocarburos. Pero hoy Alberta está en jaque, producto de la caída internacional del precio del crudo. La paralización de proyectos y el aumento del desempleo son sólo algunos de los efectos visibles de esta crisis. Y este no es el único caso.

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El desplome de los precios del petróleo, por debajo de los US$ 50 el barril, está afectando gravemente a Alberta, el principal motor económico de Canadá, donde se concentran ricos yacimientos de crudo en arenas bituminosas. Si bien cuando están en funcionamiento, las operaciones de arenas bituminosas proporcionan una producción relativamente más estable que las de esquisto (que sufre de tasas de declive rápido), los proyectos en estas zonas están entre los más costosos de desarrollar en la industria junto con la perforación en aguas profundas y en el Artico. Según CNN, los precios alcanzan el equilibrio a partir de los US$ 60 y US$ 80 por barril con extracción asistida por vapor, y entre US$ 90 y US$ 100 por barril por la explotación minera en este tipo de depósito de crudo.

Así, ante la reducción de los márgenes de ganancia, los productores se han visto obligados a diferir las inversiones en proyectos nuevos. Es el caso de Shell, que en febrero abandonó los planes para construir un yacimiento de arenas bituminosas en el norte de Alberta, el proyecto Pierre River Mine, de 200 mil barriles al día de crudo pesado. Moody’s recientemente predijo que muy pocos de los 18 proyectos de gas natural licuado planeados en Canadá serán construidos. La mayoría serán cancelados.

Asimismo, han aumentado los llamados “pozos huérfanos”, que pasaron de 164 en 2014 a 704 en 2015. “El gran aumento de pozos huérfanos en el último año es en gran parte el resultado de las condiciones económicas causadas por los persistentes bajos precios del petróleo y del gas natural”, explica a La Tercera Chelsie Klassen, gerenta de Relaciones con los Medios de la Asociación Canadiense de Productores de Petróleo (Caap).

“A la luz de los bajos precios del petróleo, los productores en Canadá continúan evaluando sus planes de crecimiento. Esta incertidumbre del mercado se refleja más en el rango de crecimiento de las arenas bituminosas, donde los actuales proyectos están bajo revisión. La inversión total en petróleo y gas natural se pronostica en US$ 34.300 millones en 2015, esto es una caída de casi el 40% del crecimiento proyectado de US$ 55.600 millones el año pasado”, afirma Klassen.

Otras compañías petroleras también han recortado sus plantillas ante el descenso de los ingresos por la caída de los precios del crudo. Como Cenovus Energy Inc., que a fines de julio informó que estudiaba recortar entre 300 y 400 puestos de trabajo en el segundo semestre de 2015. Datos de la Oficina de Estadística de Canadá mostraron que Alberta perdió 14.000 empleos en febrero debido la contracción en el sector petrolero y gasífero. Como reflejo de esta difícil situación, la tasa de desempleo provincial aumentó al 5,8% en mayo, la cifra más alta desde enero de 2011. Actualmente es de 5,7%.

Según CNN, se espera que la industria petrolera canadiense pierda 37% de sus ingresos en 2015, equivalente a una caída de casi US$ 33.000 millones. Ante este escenario, ya en enero el economista Glen Hodgson, del Conference Board of Canada, advirtió que Alberta podría entrar en recesión durante 2015, incluso si los precios del crudo se elevan a US$ 65 el barril.

Con todo, Klassen es optimista. “Tenemos la energía que el mundo necesita, nuestro desafío es llegar ahí”. En ese sentido, dice que la Caap estima que el petróleo total de Canadá aumentará un 43%, a 5,3 millones de barriles en 2030.

Fuente: La tercera

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