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Ong catalana acoge a activista filipina, Czarina Musni

Coincidiendo con el quinto aniversario de los Acuerdos de Paz en Colombia, la Associació Catalana per la Pau (ACP) ha querido visibilizar la realidad de personas, quienes, pese a la violencia y las amenazas, siguen firmemente comprometidas con la reconciliación. Un reto, nada fácil de lograr, teniendo en cuenta que más de 300 excombatientes han sido asesinados tras la firma de la paz.

El gran desafío de ACP: incorporar a excombatientes de la guerrilla

Por Carmen Chamorro, directiva del CIP y ACPE/DIPLOMADA EN RELACIONES INTERNACIONALES POR SEI

Xavier Cutillas, es el presidente de ACP (Asociación Catalana por la Paz), quién desde Barcelona, gestiona la solidaridad y la ayuda internacional en la línea de instaurar un nuevo modelo de ONG por encima de la financiación de proyectos, comprometiendo a más actores, que permita la modificación de la matriz de cooperación Norte-Sur ya obsoleta en el sistema, propio de los años 90. El apoyo a las campañas de solidaridad para afrontar la crisis de refugiados y migrantes, como Czarina Musni, abogada filipina defensora de los derechos humanos, recién asentada en Barcelona, está generando una gran sensibilización en toda Europa y gracias a ACP, estas acciones ya se están transformando en una responsabilidad mundial compartida. La ONU documentó 248 casos de defensores de derechos humanos en Filipinas, asesinados entre 2015 y 2019.

1.- ¿Cuál es el máximo objetivo de la Asociación Catalana por la Paz en estos momentos?
La reincorporación de ex combatientes de las FARC a la vida civil y convertirlos en actores dentro del proceso de estabilización es nuestro máximo objetivo ahora. Dentro del área latinoamericana, en la Costa Pacífico, en el departamento del Chocó y el departamento del Valle del Cauca, estamos haciendo germinar Proyectos que incorporan una vertiente productiva: la creación de granjas, espacios de piscifactorías, o la transformación de hierbas aromáticas en aceites esenciales.
Trabajamos, de forma conjunta, con la Universidad pública de Cali (Universidad Univalle) y la Pontificia Universiad Javeriana, que es la de los jesuitas. De esta manera, hemos generado dos diplomados, como mecanismos de formación a personas que han estado en la guerrilla. Los diplomados unifican los saberes de la guerrilla, que de alguna manera, hay que transformar en altas capacidades. La promoción de proyectos de cooperación, con diversos agentes, permite el desarrollo de iniciativas como la formación de colectivos, empleando la capacitación de la guerrilla.

2.- ¿Cuáles son los países foco de esta ONG?
Los países foco son Palestina, Colombia, el Congo y filipinas. Son cuatro países de conflicto armado no resueltos. Hay realidades compartidas de ocupación militar. Cuando nuestra ONG entra en un país, efectúa una toma de contacto paulatina pero con la máxima implicación de actores. En estos días, hemos logrado una conexión brutal entre Filipinas y Colombia. La acogida en Barcelona de una abogada filipina, Czarina Musni, dentro de la campaña de refugiados a la que hago mención, está repercutiendo sensiblemente en toda Europa.
La Generalitat tiene un programa de acogida temporal en relación a víctimas de señalamiento público previo. Gestionamos la salida de sus países de origen, les damos visibilidad y los cuidados requeridos en el periodo de seis meses. El objetivo es facilitar su incorporación a un entorno social que les puede resultar desconocido, ampliar el conocimiento sobre los derechos y deberes en la sociedad catalana, y facilitar su arraigo social. Esta iniciativa, impulsada por la ACP, ofrece protección a personas en situación de riesgo, a causa de su labor pacífica, como la defensa de los derechos humanos. Es un programa delicado que cuenta con el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores y Ministerio del Interior.

3.- ¿Cómo gestionáis el intercambio de realidades tan dispersas como Colombia y Filipinas?
Estas cuatro realidades tienen ejes comunes de registro histórico, el de la tierra, por ejemplo, como elemento en disputa, que les ha unido. La tenencia de la tierra no ha pasado por la modernidad y compartir el conflicto armado entre dos países que son escondederos de gatos, sin obviar la presencia de bases norteamericanas, permite el intercambio de experiencias. Tanto que Filipinas pudiera verse abocada, tras las elecciones futuras, a un proceso de negociación, como hay en Colombia.
Finalmente, Czarina Musni ha pedido asilo en España. Ella es abogado destacada, y lo más importante es que hemos logrado la interacción entre una negociadora y firmante del proceso de paz en la Habana, la senadora del partido Comunes, Sandra Ramírez (quien recientemente, reiteró su compromiso de reconciliación de la familia colombiana para que los hechos de la guerra nunca vuelvan a ocurrir….) y Czarina Musni.

4.- ¿Podrías definirme los ejes de actuación de vuestra ONG, así como el manejo de conceptos novedosos como “Justica Global” o “proyección política de nuevos modelos de desarrollo humano”?
La ONG trabaja en 4 ejes de trabajo, bajo contextos muy distintos. Volcamos esfuerzos en el Derecho a la alimentación, que integra todas las actuaciones que generan las condiciones idóneas de acceso a la producción de alimentos y el consumo, el acceso a la tierra y el agua, en definitiva. Nuestras iniciativas se desarrollan en Malí, Congo, Cuba, Colombia, Palestina, El Salvador y Filipinas. El hilo conductor de este trabajo son los proyectos productivos. No entendemos la lógica de actuación sobre el terreno, si no hay actuación política. Allá donde podemos, en los países prioritarios, países foco, acompañamos la actuación de trabajo de los procesos productivos, con trabajo de incidencia política, movilización y sensibilización.
Así las cosas, Justicia global es un concepto novedoso para Cataluña y tiene que ver con la necesidad de la cooperación gracias a un nuevo modelo en el contexto internacional. Los procesos de globalización económica han ido avanzando, y nos encontramos con una situación distinta a la de los años 60,70. Se articula la necesidad de Justicia Global y los mecanismos de trabajo se modifican, con lo que la cooperación Sur-Sur adquiere mayor importancia: Generar las condiciones para que un país latinoamericano ayude a otro y haya espacio de intercambio entre las cooperaciones de países.

5.- Estamos hablando, por tanto, de un trabajo en red para aumentar capacidad de actuación ¿la capacidad de llegar al mundo es limitada?
Cada vez más, intentamos huir de la lógica de ser una ONG que financie proyectos sin más. Buscamos ampliar el abanico de trabajo, incorporando más actores. El hilo conductor de este trabajo son los proyectos productivos. Hace 20 años, el Norte encontraba fondos y los trasladaba a organizaciones del Sur. Este modelo de trabajo ha quedado obsoleto y nosotros tratamos de incorporar a una mayor cantidad de actores para lograr también, el mayor numero de impactos. Palestina tiene progresos gracias al trabajo conjunto de una universidad de Barcelona, junto a una universidad de Palestina, con la idea de obtener un proceso de formación determinado y así, profesores catalanes, expertos técnicos, son los generadores de formación.

6.- La opinión pública siente interés por las fuentes de financiación y cómo se mantiene el diálogo con agentes gubernamentales e intergubernamentales. ¿Puedes explicar en qué consiste?
Los recursos de que disponemos son públicos (Generalitat de Cataluña, municipios con partidas del 0,7% de cooperación) y privados (Fundación Caixa, con sus aportaciones), fondos de otras instituciones privadas que no afectan a nuestra forma de actuar, y el Colegio de Abogados de Barcelona.
El gobierno de Cataluña trabaja, a sabiendas que somos una sociedad plural y articulada, diferente a otras autonomías, y pone al servicio de esta idea, la necesidad urgente de una coordinación asociativa en el exterior. Hay instrumentos que se han creado ante la necesidad de generar orden en las acciones de cooperación que había con anterioridad y que fomentan este nuevo modelo.
Nos encontramos con inversores de países del Sur que vienen a invertir aquí y nos ayudan a vencer nuestro proceso de desindustrialización. Las inversiones, que requiere este proceso, proceden de países que no te lo esperas.



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